Un año que empieza, una página en blanco. Tenemos la posibilidad de avanzar en la protección de los derechos de los animales, y que este 2019 sea recordado con año en el que se consiguieron grandes logros. Espero que este año nos traiga de verdad la reforma del Código Civil y la Ley Hipotecaria en lo que respecta a la consideración de los animales, como seres que sienten, seres dotados de sensibilidad, y su necesaria descosificación. Espero, además, que dicha descosificación sea real y se traduzca en la una mayor protección jurídica para los animales.

Del mismo modo, espero que la educación en la empatía de los niños y niñas sea una realidad, no sólo en la Comunidad de Aragón, sino que se extienda a todas las CCAA, y que los niños y niñas aprendan valores relacionados con los animales. Que por vivir en una u otra Comunidad no se les prive del beneficio de aprender a empatizar con los animales, a aprender que ellos sienten, y que nuestro deber es protegerlos. La infancia es el futuro.

Otro reto es una futura Ley Marco estatal de protección animal. Espero que más que un reto, sea una prioridad dentro de la agenda política: que de una vez se establezcan normas comunes en lo que respecta a la tenencia y protección de los animales. Sería deseable también encontrar entre los retos de este año una posible reforma del Código Penal, que extienda el ámbito de aplicación de los delitos contra los animales a los animales silvestres, y aquellos que viven en estado salvaje. Que ningún animal quede fuera del ámbito de aplicación del art. 337 del Código Penal.

Sin duda, 2019 se presenta como una oportunidad para avanzar en la protección de los derechos de los animales. Espero que sepamos aprovecharla.