El índice de mortalidad anéstesica de perros y gatos se sitúa en el 0,55% en los canes y en el 0,47% en los felinos, lo que refleja el alto grado de seguridad alcanzado por los protocolos anestésicos en veterinaria. Así se desprende del estudio internacional llevado a cabo por el profesor de Anestesiología Veterinaria de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) de Valencia, José Ignacio Redondo, que ha presentado en el World Congress of Veterinary Anaesthesiology, celebrado en Venecia (Italia).

Sus resultados proceden del análisis de cerca de 16.000 casos remitidos por 146 clínicas veterinarias de Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Argentina, Australia y España, entre otros países, que han colaborado voluntariamente en el estudio. La reducción de la mortalidad anestésica en perros y gatos y la seguridad de los protocolos empleados por los veterinarios, entre la fase de preanestesia y las 48 horas posteriores a la extubación, destacan entre los resultados del estudio.

En el caso de los perros, el equipo del profesor de la CEU UCH José Ignacio Redondo ha evaluado 12.876 casos de todo el mundo, de los cuales solo 71 fallecieron, con lo que el índice de mortalidad canina en la que la anestesia puede ser un factor desencadenante se sitúa en el 0,55%. En gatos, sobre los 2.958 casos registrados, la mortalidad es aún más baja, del 0,47%, con solo 14 muertes. "Los resultados revelan, además, que el 86% de las muertes por anestesia en perros y el 78,6% en gatos se producen en el postoperatorio y que los factores que más influyen en la mortalidad son el estado físico del animal, su edad y su peso", detalla José Ignacio Redondo.

Además de la baja mortalidad anestésica, el estudio recoge otras variables interesantes para evaluar la evolución de la anestesiología veterinaria y sus avances a nivel internacional, como el tipo de intervenciones en las que más frecuentemente se utiliza la anestesia en gatos y perros, como las cirugías menores y las abdominales, y el tipo de fármacos más empleados a nivel internacional para las intervenciones a estos animales.

El profesor Redondo ha recopilado los cerca de 16.000 casos remitidos para el estudio entre febrero de 2016 y septiembre de 2018, por 146 clínicas veterinarias de todo el mundo, mediante un formulario que el veterinario puede completar con su teléfono móvil, con una tableta o desde su ordenador para remitirlo por correo electrónico a la CEU UCH.

La observación de los animales abarca desde la medicación preanestésica hasta las 48 horas siguientes a la extubación, registrando tanto el motivo de la anestesia, como el protocolo seguido, el manejo del paciente y el tipo de fármacos empleados. "Cuantos más casos procedentes de clínicas de todo el mundo podamos recopilar, identificaremos mejor las causas de mortalidad y morbilidad de la anestesia y podremos desarrollar mejoras para hacerla todavía más segura", destaca el profesor de Anestesiología Veterinaria de la CEU UCH, autor del estudio.

Dos décadas de evolución

El profesor José Ignacio Redondo lleva veinte años investigando la evolución de los riesgos de la anestesia en perros y gatos. Sus primeros resultados, publicados en 2001, fueron obtenidos en clínicas veterinarias españolas entre 1997 y 1999. En 2007 inició la segunda fase del proyecto, para evaluar la evolución de los resultados en mortalidad anestésica en España, transcurrida una década. Un trabajo que dio lugar a la tesis doctoral de la investigadora Laura Gil y cuyos resultados se publicaron en distintos congresos y revistas internacionales. El artículo publicado en Veterinary Anaesthesia and Analgesia le hizo merecedor del premio Blackwell-Wiley de la Association of Veterinary Anaesthetists (AVA), en 2013.

En esta nueva fase del estudio, los casos analizados proceden de clínicas de todo el mundo. "La presentación de los resultados, tanto en el Congreso Mundial de los especialistas en anestesiología, celebrado en Venecia, como en el Europeo, que ha tenido lugar en Madrid, han despertado gran interés entre profesionales de distintos países. Contamos cada vez con más clínicas veterinarias que, desde cualquier rincón del mundo, nos remiten sus casos para continuar con este análisis, que nos permitirá seguir aportando datos para mejorar la seguridad anestésica de nuestras mascotas", destaca Redondo.