Tener atado a un perro todo el día o la mayor parte del día es incompatible con atender sus necesidades etológicas. Los animales, en concreto los perros, necesitan alimentación, atención veterinaria, ejercicio físico y cariño. El ejercicio físico dependerá de las condiciones del perro, su edad, raza y energía (hay perros más activos y perros menos activos).

Con todo esto quiero recordar que tener a un animal atado todo el día o de forma constante es incompatible con su bienestar. Mantener a un perro atado durante horas significa que el animal no tendrá el suficiente ejercicio físico, seguramente estará a merced de la climatología, no desarrollará su musculatura e incluso desarrollará comportamientos agresivos o ansiosos. De hecho, la mayor parte de comportamientos agresivos derivan de situaciones así. Basta imaginar si a nosotros nos mantuvieran, ya no atados, sino encerrados en una habitación durante días...

Además, de ser incompatible con el bienestar del animal, mantener atado a un animal de forma constante se encuentra prohibido. Puede ser que algunas ordenanzas más desfasadas no lo contemplen expresamente, pero lo cierto es que mantener atado a un animal de forma constante es opuesto al cumplimiento de las obligaciones que los responsables legales o temporales de un animal asumimos libremente al hacernos cargo de él, puesto que impide garantizarle el cuidado adecuado según sus necesidades.

Por ello, lo de utilizar a un perro a modo de "alarma antirrobo", debe pasar a la historia por ser incompatible con el bienestar del animal y con la atención de sus necesidades mínimas. Para eso, para cuidar una vivienda, una finca, o lo que sea, están las alarmas, no los animales.