¿Qué pasaría si en lugar de vivir constantemente embaucados en pensamientos negativos intentáramos confiar? ¿Qué pasaría si en lugar de rechazar a los demás intentáramos ponernos en su lugar? ¿Y si en lugar de hacer daño intentásemos ayudar a sanar las heridas? ¿Y si en lugar de admirar a héroes de ficción, intentáramos ser nosotros mismos pero con la realidad que tenemos delante, ayudando a los que lo necesitan o como mínimo intentando desprender más amor? ¿Qué pasaría si, en definitiva, aprendiésemos más de los animales y de las cualidades y capacidades que ellos poseen, que bajo mi punto de vista son las más importantes, en lugar de sentirnos orgullosos de las de los seres humanos?

Las personas tendemos a preocuparnos en exceso, a ser egoístas, a ser interesadas, a no pensar en los demás... En mi opinión, si pusiéramos nuestra atención y nuestra intención en intentar amar un poco más y en dejar que los animales sean nuestros maestros en ese sentido, muchísimos de los problemas sociales actuales más graves se resolverían solos, y el mundo sería un lugar muchísimo mejor. Propongo por tanto desde aquí, como iniciativa, que a partir de ahora nos fijemos un poco más en los animales que tenemos a nuestro alrededor, en su capacidad de dar amor y que al menos un día la semana que elijamos, intentemos centrarnos en dar, en ayudar y en relacionarnos con los demás, de la misma forma que lo harían y lo hacen ellos.