El aviso me lo dio alguien que sabe muy bien de lo que habla. Se trata del representante de varios circos de nuestro país que, en realidad, por extraño que parezca, está en contra de que éstos tengan animales. Sin embargo, pese a que lleva mucho tiempo reclamando soluciones, sólo obtiene silencio.

Desde hace meses varios circos están pidiendo un lugar donde dejar a sus animales. No lo hacen desde la prepotencia ni la exigencia, sino desde la necesidad. Están ya convencidos de que los circos con animales son cosa del pasado y, simplemente, necesitan algún centro o santuario donde poder depositarlos pero, la única respuesta que obtienen, es un tajante: -NO-.

¿Les sorprende? Resulta, cuanto menos extraño que, mientras los políticos y autoridades prohíben en un sitio y otro los circos con animales y, por cierto hacen muy bien, sin embargo, no hayan previsto aún sitio alguno donde poder acogerlos ¿Qué piensan hacer con ellos cuando la prohibición sea total y absoluta?

Por otro lado, el único centro de rescate que existe en España y que podría acogerlos, está saturado desde hace meses. Su lista de espera alcanza a más de 50 grande felinos. No pueden más. Es lógico. Al fin y al cabo son sólo una ONG que se hace cargo de ellos por amor al arte o, mejor dicho, a los animales, es decir, a coste cero para el gobierno de España. La única responsabilidad por tanto que, quizás, pudieran tener en este tema, es la de guardar silencio y no haber puesto aún en conocimiento de la opinión pública que se necesitan muchos más centros en España como el suyo.

Y es que, a estas alturas, el desconocimiento de la realidad, es total y absoluto ¿Sabían por ejemplo que, algunos de los circos con animales que sufrieron por ello manifestaciones e incluso ataques, como el circo Europa o el circo París, en realidad, desde mucho antes de que se produjeran esos altercados, ya habían renunciado a los animales y llevaban meses pidiendo un sitio donde dejarlos?

Por eso, el gravísimo problema al que nos enfrentamos ahora es que, entre tigres, leones y elefantes, en España quedan más de doscientos animales viviendo en una veintena de circos y, la mayoría de ellos, pueden acabar sacrificados si no se hace nada por ayudarles. Está claro que hay que seguir reclamando la prohibición de los circos con animales pero, es imprescindible que, cuando lo hagamos, también exijamos la creación de centros donde llevarlos. No podemos cerrar los ojos a la realidad. Si lo hacemos y se cumplen los pronósticos, podríamos ser cómplices de la muerte de más de 200 animales el año que viene y, la verdad, no creo que nunca pudiéramos perdonárnoslo.