Uno de los temas clásicos del verano es el abandono de animales. Sólo pensar que alguien pueda decir adiós a su mejor amigo nos daña el corazón. Sin embargo, estas fechas también tienen cosas positivas. Por ejemplo, son una buena época para la adopción. Muchas personas deciden incorporar un nuevo miembro a la familia aprovechando las vacaciones.

Se calcula que el año pasado se adoptaron 50.000 animales más que el anterior. Podríamos estar hablando de una cifra total de adopciones por encima de los 120.000 perros y gatos cada año. Por lo tanto, la opción preferida de los españoles ya no es la compra sino la adopción. Los datos no mienten. Cada año se duplican las cifras al respecto y las tiendas ya no quieren cachorros de raza en sus vitrinas, sino perros abandonados necesitados de una buena familia. Sin duda, algo está cambiando.