En este artículo vamos a analizar el significado que tiene una tradición como la tauromaquia y lo que representa a nivel social, individual y emocional en los seres humanos, basándonos en las consecuencias a nivel psicológico que supone para los mismos. En la actualidad, socialmente el principal objetivo es erradicar la violencia en cualquiera de sus formas, por lo tanto este tipo de tradiciones sangrientas, pone importantes barreras para conseguir una sociedad donde exista paz e igualdad. La necesidad de evolucionar en este sentido es acorde a los tiempos presentes y la modificación de este tipo de tradiciones violentas tendría un impacto social muy positivo.

A nivel individual supone un límite de cara al desarrollo psicológico de la persona. Un crecimiento personal sano supone tomar conciencia de que todos los seres vivos tenemos los mismos derechos y que no existe justificación alguna para dañar a los demás. Y por último, a nivel emocional impide la puesta en marcha de una de las herramientas más importantes que posee el ser humano a la hora de llevar a cabo una autogestión emocional sana, la empatía. Esto se refiere a que para poder presenciar y disfrutar de un espectáculo en el que o bien el animal o bien el ser humano, sufren lesiones y ponen en riesgo su vida (unos voluntariamente y otros obligados), donde existe sangre y dolor y el sufrimiento se puede percibir en cada mirada de súplica del animal si estamos abiertos a ello.... es necesario utilizar un mecanismo psicológico de defensa tóxico y desadaptativo llamado disociación. Este mecanismo hace que la persona se desconecte emocionalmente de la realidad, evitando de esta manera tomar contacto con las emociones del ser que tiene enfrente y sentir su sufrimiento.

También es importante señalar que la base sobre la que se sostiene la tauromaquia a nivel cognitivo es la utilización de pensamientos irracionales que no son objetivos (como por ejemplo que "el toro no sufre"). El discurso se adapta a lo que se quiere defender, distorsionando y alejando la forma de pensar de la realidad e intentando justificar este tipo de actos, que no se podrían explicar de una manera sana o real.