La modelo catalana (Barcelona, 1972) fue durante muchos años la gran maniquí de la moda española. Ahora, combina su trabajo como embajadora de L’Oréal con su faceta de presentadora de eventos y "celebrity".

-¿Cuál es su principal actividad actualmente?

-Soy embajadora de L’oréal, en concreto del producto excellence Creme. Un tinte que hace dos años que está en el mercado. Asisto a muchos eventos. Es un trabajo que requiere sesiones de fotos para revistas, etc. ahora mismo también acudo a eventos como presentadora y a veces como celebrity haciendo de reclamo para una marca determinada.

-¿Cuándo dice no a las marcas?

-En realidad, pocas veces digo que sí. La experiencia me ha enseñado a hacerlo. Trabajo con mi agente y planificamos las cosas. Cuando dices sí siempre, te sobreexpones, que es algo que no me interesa. Por otra parte, yo tengo mi vida personal.

-¿La ética y la estética deben ir de la mano en el trabajo de una modelo?

-Claro. Y debería ser así en todos. Sé que es muy difícil conseguirlo al cien por cien. A veces es contradictorio porque yo no tengo toda la información de las marcas que promociono o puedo llegar a promocionar. Pero creo que es compatible ser modelo y hacer uso de un comercio responsable. Yo creo en ello desde hace una década. Con mi poder mediático, creo que puedo aportar mi granito de arena. Soy embajadora de oxfam intermón y he visto lo que sucede en este mundo global en el que el fuerte pisa al débil.

-¿Las modelos de ahora aparecen excesivamente retocadas en las revistas?

-Los excesos con los retoques no son bueno porque dan grima. En su justa medida, cuando no te hacen parecer otra persona, me parecen ideales porque en el fondo vendemos sueños y perfección, aunque ésta todas sabemos que no existe. A mí, ahora, esos retoques digitales me favorecen [sonríe]. Antes, en la época de las top models, las fotos eran a pelo.

-¿Qué opina de la cirugía y de resultados tan extremos como el de Renée Zellweger?

-No soy nadie para opinar, pero da la sensación de que su cambio tan radical responde a que ella debía de sentirse muy triste o muy mal consigo misma.

-¿Pasaría usted por el quirófano?

-No me he retocado nada. Si algún día me hiciera algún tratamiento, te aseguro que no lo haría para aparentar diez años menos. Pero entrar en quirófano por cirugía estética no lo haría jamás.

-¿Cómo ve ahora el mundo dela moda?

-Es un sector profundamente afectado por la crisis, pero puede dar muchos puestos de trabajo. Por otra parte, es talento y creatividad y eso siempre es bueno para el país. Me da mucha pena la crisis del sector. Yo soy catalana y barcelona fue durante muchos años una ciudad con mucha industria textil. Familias enteras vivían de ello. Sé también que a día de hoy hay muchos jóvenes muy bien preparados que se han visto obligados a salir fuera y ahora están trabajando con grandes diseñadores.

-¿Apoyaría a sus hijas si quisieran dedicarse a la moda?

-Yo les pido que hagan lo que les guste y sobre todo que se preparen. La mayor parece que no va a ser modelo, pero le gusta el arte, la fotografía y el diseño.

-Como catalana, ¿qué opina de todo el proceso del 9-N?

-Está todo tan politizado que no te voy a contestar esta pregunta.