¿Se ve como un divo del rock?

Al contrario. Cualquier músico que haya currado conmigo lo sabe. Siempre trato de tocar con músicos mejores que yo. Y soy de gustos sencillos, no tengo coches de lujo ni me apasiona viajar.

Si no fuese músico...

Hay trabajos mucho más fáciles... ¡Periodista, por ejemplo!

Ya me gustaría verle en una redacción...

(Ríe). Creo que podría haber hecho cosas buenas en fotografía y radio. Pero yo amo el rock. Hay que amarlo y ser paciente, porque las cosas se complican.

Una canción que firmaría...

¡Todas!Todas las que no he compuesto hubiera querido crearlas yo.

Su mejor recuerdo en la música.

Mi época dorada la situaría entre Los Rodríguez y El Salmón. Eso abarca todo: ilusión, llegar a lo más alto, caer muy bajo, empezar de nuevo....

¿Nostalgia?

No la practico mucho. Tengo un gran amor por mis compañeros, pero me gustaría dejar la profesión sin haber reunido a mis anteriores grupos. Me gusta sentirme contemporáneo.

Una frase que le levante el ánimo.

Martín Fierro decía: "Atención pido al silencio y silencio a la atención. Que voy en esta ocasión, si me ayuda la memoria, a contarles que a mi historia le faltaba lo mejor".

¿Ha hecho locuras por amor?

¡Buff, no lo explico! Por si repito el error.

¿Mitómano?

Me encanta Daniel Day Lewis. En mi vida, el cine ocupa el lugar de la literatura. Es que yo... tengo un problema.

¿Cuál?

Que me pesa más lo que no leí. Proust, Joyce, los filósofos... Mis padres, a sus 90 años, me regalan libros de Philip Roth... un tipo interesante. Qué bien hay que escribir para contar historias terribles y que se lean con placer. Y me gustan Murakami y Sándor Márai.

¿Qué lee actualmente?

Los músicos de rock no leemos sólo a Bukowski. Ahora leo uno taurino: Juan Belmonte, de Chaves Nogales. Me lo regaló Morante de la Puebla antes del paseíllo: un honor, porque le adoro.

Su noche ideal.

Me conformo con las mías. Y más desde que me enteré de que sólo el 5% de los hombres hace el amor a diario. El 95% no se atrevió a mentir. Así va el mundo...

¿Aficionado a la gastronomía?

No soy un gran chef, pero puedo alimentar a la tropa. Soy un hombre chapado a la antigua, un macho alfa proveedor. Me gusta cuidar a mi chica.

¿Se considera un tipo con suerte?

Mi mujer me trae suerte. Es parienta directa de una santa, Bernadette.

¿A qué teme?

Lo malo del teatro de la vida es que el último acto es un asco. Pero una vez, un gran maestro me dijo: "Tú no naciste para arrastrarte por el mundo. Cuando te llegue la hora... haces como Belmonte. Así que tengo una bala preparada, con mi nombre...

No es cierto...

No, no (ríe). Pero sí me lo dijeron, sí...

¿Vive la vida que imaginó?

Al grabar mi primer disco pensé que Dios obraba un milagro. Nunca creí que se reunirían diez personas a aplaudirme.