Tras el éxito de 'Nadie es más que nadie' (Espasa) - 26 ediciones y 260.000 ejemplares vendidos -, el expresidente de Cantabria y economista Miguel Ángel Revilla (1943) amenaza con 'La jungla de los ricos'. "Probablemente me tenga que ir de España", exagera Revilla, que se define como persona de orden y sentido común.

-Nadie es más que nadie, pero usted es mucho.

¿Yo? Soy uno más de este mundo globalizado. Nadie es más que nadie aunque haya mucho prepotente. Es una llamada a la sublevación contra los que humillan y pisotean. Nadie debe sentirse humillado por otros aunque tengan dinero, títulos o carreras. Conocí a pastores con una inteligencia enorme y a personas con tres carreras a las que no consultaría nada.

-Mire a dónde llegó usted.

Sí, y más en una tierra como la mía, de gente clasista, en la que los cargos públicos siempre los ocuparon familias de abolengo y tradición, y que sin pertenecer a ninguno de los dos partidos hegemónicos haya llegado a presidente de Cantabria es un ejemplo de lo que se puede conseguir si se tiene tesón.

-Se ha convertido en un fenómeno, ¿lo atosigan en la calle?

Sí, ya no puedo andar por la calle. Es normal cuando estás en un cargo público pero en mi caso fue después de no tener cargos, lo cual es más gratificante.

-No tendrá ganas de volver.

Por desgracia para mí y para mi familia tengo que volver porque estoy comprometido con la gente. Habiendo sacado un 30% con un partiduco como el PRC, no la puedo dejar tirada.

-Recibe muchísimas cartas.

Miles. La mayoría son dramas. Muchos me animan a presentarme a las elecciones generales, y no saben que no puedo presentarme frente a Rajoy o a Rubalcaba porque con esta ley electoral, que está hecha para que haya una alternancia entre el PSOE y el PP, sólo me puedo presentar en Cantabria. Me cuesta explicarles eso y que además tengo 71 años, estoy operado tres veces...

-¿Por qué estamos donde estamos?

Esa es la pregunta. Voy a sacar ahora un libro muy, muy duro; me va a complicar mucho la vida porque va a haber gente muy poderosa que va a intentar por todos los medios crucificarme.

-¿La jungla de los ricos?

Son muchos y son los que manejan a Merkel, a Guindos, a Rajoy, que son peones. Son señores que tienen nada menos que el 30% de la masa monetaria oculta en paraísos fiscales, no crean empleo, desestabilizan países, suben monedas, bajan y suben la Bolsa y crean las crisis precisamente para hacerse más ricos. Esta crisis es completamente artificial, es una crisis monetaria, no hay motivos.

-No se les persigue.

No, porque ellos son los que mandan. Lo que dice el papa Francisco lo digo yo exactamente igual: hemos pasado de una economía real a una virtual manejada por los grandes capitalistas, por los grandes financieros, que se aprovechan de la mano de obra barata con esta crisis. Las mil mayores fortunas tienen dos veces el PIB español. Cien personas en España. Y en estos cuatro años han doblado su fortuna mientras han depauperado a la gente. Esa es la jungla de los listos. Draghi y Merkel son peones. Para ellos hay una puerta giratoria y se les paga por los servicios prestados. Rato y esta gente nunca se queda en la calle ni va a la cárcel; después de hacer el trabajo se les recoge.

-Ya...

Lo tienen todo comprado, incluso los medios de comunicación. Decidieron entrar en España, devaluarla y cuando han comprado todo, dicen que ya va bien. Ahora los ricos no tienen obreros, tienen ordenadores y muchísimo dinero que no tributa. Los ricos no pagan impuestos.

-Fue director de una sucursal bancaria. Sabe de qué va esto.

Antes los bancos eran otra cosa. Lo de ahora es rapiña. Lo de las preferentes es la mayor estafa de la historia. ¿Por qué no interviene el fiscal del Estado? ¿Estamos esperando a que esta gente se muera?

-Su libro es memorialístico, como los de Aznar, Felipe González, Zapatero, Solbes...

Pero si no venden. El libro más vendido de España este año ha sido el mío: 260.000 ejemplares y 26 ediciones. Y con este que voy a sacar ahora me van a vetar en todos los sitios. Cuando mi mujer vea esta portada (Revilla tira de una oreja a Merkel), no me recibe en casa. Yo mismo diseño las portadas.

-¿No tiene negros?

No, escribo yo. Lo he mandado al editor a bolígrafo, a pilot. El fabricante me ha mandado 200 pilots por hacerle propaganda.

-¿Va a tomar un taxi al salir?

No, voy aquí al lado.

-Sacó gran partido al viaje en taxi a la Zarzuela y a la Moncloa.

Nunca me pareció que pudiese ser noticia esa tontería. Si hubiera ido a caballo... Si no tengo coche oficial, ¿en qué voy? Como ellos van con un coche negro delante, otro detrás y no sé cuantos guardaespaldas... Yo nunca tuve guardaespaldas.

-A lo mejor lo necesita ahora.

Ahora probablemente me tenga que ir de España. Mi mujer está muy enfadada conmigo, dice que qué necesidad tengo de meterme en estos líos. Es que me he impuesto esta obligación, sería un cobarde si pudiendo hablar y sabiendo las cosas que sé me las callara; y me he comprometido a ser el portavoz de lo que oigo. Soy consciente de que un día me cortarán el grifo, pero entonces hablaré en las plazas con un megáfono. No me callaré. Me da igual que me llame Botín, que me llame el Papa o el Rey, seguiré denunciando las injusticias. Y no soy ningún revolucionario, soy una persona de orden. Y esto de las preferentes me tiene alterado. Terrible, bastante buena es la gente, que no sale con una escopeta.