Ibai Llanos registra su retrato en la EUIPO para operar comercialmente en la UE

Lo ha hecho con un dibujo a trazos oscuros sobre un fondo claro que resulta muy reconocible porque se distinguen a simple vista sus señas de identidad: su barba y su bigote, además del peinado con la raya a la izquierda

Ibai Llanos.

Ibai Llanos.

Javier Corazón

El "streamer" Ibai Llanos es para muchos la voz más reconocible en español en la retransmisión de videojuegos deportivos pero su proyección se ha disparado hasta tal punto que ha decidido registrar el retrato de su característica cara para reservarse la posibilidad de operar comercialmente con esa imagen en el mercado que forman los 27 países de la Unión Europea (UE).

Mejor Streamer del Mundo en los Esports Awards de 2020, este popular creador de contenido ha tramitado la protección de su conocido rostro ante la Oficina de la Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO en sus siglas en inglés), que tiene su sede en Alicante, y lo ha hecho con un dibujo a trazos oscuros sobre un fondo claro que resulta muy reconocible porque se distinguen a simple vista sus señas de identidad: su barba y su bigote, además del peinado con la raya a la izquierda.

De esta manera, la Euroagencia comunitaria vela desde ahora por que la imagen de Ibai Llanos (Bilbao, 1995, aunque vive en Barcelona) no sea usada mercantilmente por terceros en un amplio abanico de artículos, que van desde los clásicos artículos de papelería, la ropa y las piezas de cuero hasta los modernos aparatos de videojuegos y el futurista metaverso.

Del mismo modo se ha reservado el posible uso para productos tan variopintos como elementos de gimnasia y deporte, adornos navideños, servicios de entretenimiento y el diseño y desarrollo de equipos informáticos y de software, entre otros muchos fines.

Fuentes del entorno de Ibai Llanos consultados por EFE han explicado que ha querido registrar su cara porque su rostro "es un icono que ha utilizado y utiliza en sus 'streams'", de modo que, "como hace cualquier persona de relevancia para proteger su propiedad intelectual, registra su marca para preservarla y evitar un uso no legítimo".

Al mismo tiempo que evita una utilización indebida se reserva la posibilidad de "poder utilizar esa imagen en productos de 'merchandising' y campañas, entre otros," en su propio beneficio, han añadido las mismas fuentes.

Al igual que otros "influencers" y "youtubers" españoles conocidos entre todos los públicos, especialmente los más jóvenes, Ibai Llanos ya tenía registrada en la EUIPO la marca de su nombre y primer apellido, así como el término "Ibainéfico", su proyecto solidario con el que ha recaudado fondos para algunos de los colectivos más necesitados, por ejemplo para Unicef.

Pero con el registro del dibujo de su cara da un paso más, quizá debido al exponencial incremento de su popularidad, sobre todo a raíz del confinamiento por la pandemia sanitaria de la covid-19 cuando fue muy activo promoviendo un buen número de torneos deportivos virtuales.

Desde ese momento ha pasado de ser una voz reconocible a un rostro popular con incursiones, incluso, en el cine ("Cámera café, la película", 2022), además de haber participado en noviembre del pasado año en la puesta en marcha de la Kings League de Gerard Piqué.

Pero principalmente es muy seguido en sus emisiones en distintos soportes, entre ellos la plataforma Twitch, donde incluso ha retransmitido varias campanadas de fin de año desde la Puerta del Sol madrileña, las últimas junto a Ramón García y Anne Igartiburu.

Entre los "streamers" cercanos a Ibai Llanos que tienen igualmente registrada la marca de sus nombres figuran otros ilustres españoles considerados "top" en las redes, como AuronPlay y El Rubius.

La EUIPO es una de las mayores oficinas descentralizadas de la UE que, con un millar de eurofuncionarios, se dedica al registro de la marca, el dibujo y el modelo comunitario, además de albergar el Observatorio europeo contra la piratería.

Esta Euroagencia protege anualmente más de 150.000 marcas para operar en toda la UE y la actividad se desarrolla en cualquiera de las 23 lenguas oficiales, incluidas las cinco de trabajo, que son alemán, español, francés, inglés e italiano.