Ana Obregón ha sufrido mucho a lo largo del último año; primero fue su hijo Aless Lequio, que falleció tras luchar con todas sus fuerzas contra un duro cáncer que le terminó arrebatando la vida, y luego su madre, que después de haber estado hospitalizada en abril murió a los 95 años de edad. Aún así, y tras otro varapalo social como ha sido el hallazgo del cuerpo sin vida de Olivia, la mayor de las dos niñas desaparecidas en Tenerife, ha tenido la fuerza suficiente para dedicar unas palabras a la familia y a Tomás Gimeno, padre que ha provocado este profundo drama.

"Querida Beatriz, he seguido tu historia de esperanza y valentía desde el principio de esta tragedia. Solamente pido que ese cabrón, sí, cabrón y asesino, esté vivo (...). Y si la justicia fuera justa cuando le cojan que no entre en la cárcel unos años como hacen con todos los asesinos de sus hijos, sino que deberíamos lapidarle entre todos y yo tiraría la primera piedra", escribió la conocida bióloga en su Instagram visiblemente afectada y emocionada. Una exigencia que sale desde lo más profundo de sus entrañas, la de poder vengarse del daño que ha sufrido y sufrirá Beatriz, la madre de las dos niñas, durante el resto de su vida.

Para terminar, se dirigió especialmente a Beatriz, una mujer rota para siempre: "poco puedo decirte, porque no hay consuelo. Cuando una madre pierde un hijo nos entierran en vida. No voy a pedirte que seas fuerte, ni que pienses que está en el cielo, ni todas esas cosas que nos dicen con cariño pero que no nos ayudan en nada. Solamente puedo mandarte todo mi amor y decirte que no estás sola. Toda España está contigo y somos muchas las madres que han perdido a su hijo y que lloramos contigo". Una carta escrita desde una madre que también ha perdido a su hijo y que sabe perfectamente cómo puede sentirse Beatriz.