Amancio Ortega se ha convertido en el casero de Amazon después de pagar 650 millones por hacerse con parte de su sede de Seattle. Una operación inmobiliaria que marea si se compara con la donación que el fundador de Zara realizaba hace diez años a su pueblo natal: una quitanieves para que Busdongo, una pequeña localidad situada a 1.300 metros de altitud en la montaña leonesa, no se quedase incomunicada en invierno.

Así lo ha revelado Óscar Gutiérrez, el hombre que ocupaba la alcaldía de Villamanín (municipio al que pertenece el pueblo de Amancio Ortega) cuando en 2008 decidió recurrir al propietario del imperio Inditex porque el Ayuntamiento se había quedado sin liquidez, según cuenta el diario digital LeoNoticias. "Nos pidieron que no trascendiera y así lo hicimos, pero ahora ya ha pasado mucho tiempo y se lo agradecemos", explica el político que, casualmente, nació en el mismo pueblo que el fundador de Inditex.

El exalcalde de la localidad leonesa explica que viajó hasta la sede de Zara en Arteixo con la idea de plantearle al empresario gallego una serie de proyectos que atendiesen las necesidades del pueblo, como la construcción de una residencia de ancianos o un museo del ferrocarril. "Eran los dos proyectos principales que se plantearon entonces, además de la necesidad de contar con un camión que nos permitiera llegar a las localidades del municipio cuando las nevadas eran intensas", explica al diario.

Finalmente, después de su encuentro, Gutiérrez se llevaba para casa el compromiso de Amancio Ortega de invertir en la quitanieves a cambio solamente de enviar la factura para que la Fundación que lleva el nombre del empresario gallego abonase el coste del vehículo: 80.000 euros.

Amancio Ortega, filántropo

No es la primera vez que el nombre de Amancio Ortega se asocia con la palabra donación. Siempre a través de su fundación, el fundador del imperio Inditex ocupó los titulares por su millonaria aportación a la sanidad pública en España para la modernización de los equipos de oncología en los hospitales de Galicia y varias comunidades autonónomas españolas.

Aunque la donación generó una serie de críticas en algunos sectores, como la de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Aragón, los enfermos de cáncer agradecían la aportación del empresario con mensajes a través de las redes sociales, como el de Inma Escriche que se convirtió en un fenómeno viral después de publicar un selfi en en el hospital junto al mensaje: "La quimio de hoy es un homenjae a Amancio Ortega".

La donación a la sanidad pública no ha sido la única registrada en la historia: en 2012 entregaba 20 millones a Cáritas "por su probada eficacia" en ayudar desfavorecidos en la que fue la mayor aportación privada que recibía la entidad en sus 55 años de historia.

El año pasado, en pleno verano, Amancio Ortega anunciaba la aportación de 4 millones a la Federación Española de Banco de Almientos. Una ayuda que se completaba después de tres años de colaboración y que supuso un fuerte impulso para que se renovasen las infraestructuras y profesionalizado su gestión.

El último capítulo solidario vinculado a los Ortega trascendía hace diez días. Fue en la boda de Marta Ortega y Carlos Torretta. Fueron los propios novios los que pidieron a los invitados de la ceremonia no les hiciesen regalos sino una aportación en forma de dinero que iría destinado a una ONG de ayuda a niños con parálisis cerebral.