Elizabeth Taylor ha sido y será una de las actrices más reconocidas del panorama hollywoodiense. Nacida en Londres y formada en EEUU, cuenta con una larga carrera a sus espaldas. Pero no sólo es conocida por ello: sus ocho bodas y siete esposos, y sus problemas con el alcohol también dieron de que hablar.

Una de sus relaciones amorosas más fuertes y pasionales fue la que vivió con el actor galés Richard Burton. Apasionada a la vez que tormentosa, pero para muchos, el amor de su vida.

Desde que se conocieran en 1963, durante el rodaje de la película Cleopatra, no pudieron resistirse al flechazo, a pesar de estar ambos casados. Provocaron tal escándalo que hasta el Vaticano se vio en el aprieto de pronunciarse. Condenó el adulterio como "vagabundeo erótico". La pareja se divorció de sus respectivos esposos y se casaron en marzo de 1964.

Sin embargo, fue un matrimonio lleno de altibajos: toda una montaña rusa que desencadenaría dos bodas y dos divorcios. Una pasión, que ahora sale a subasta.

Mientras Richard se encontraba inmerso en el rodaje de la película 'The Klasman', Elizabeth le habría escrito una carta que años después se ha hallado en su residencia de California, una casa que habían alquilado en Oroville mientras duraba el rodaje de la película.

La carta, que ahora sale a subasta on line en www.picollecta.com, admite ofertas hasta el 12 de diciembre y se prevé que alcanzará varios miles de euros. Está fechada el 15 de marzo de 1974, cuando se cumplían 10 años de su boda, y a él ya lo vinculaban con actrices como Genevieve Bujold o Mary Ure, con las que había compartido reparto cinematográfico.

La misiva, tal y como muestra El Mundo, no puede ser más elocuente, ni desesperada, por parte de ella. Dice lo siguiente:

"Querido (todavía) marido. Me gustaría hablarte de mi amor por ti, del miedo y la delicia, del puro placer animal que siento por ti (y contigo); de los celos, del orgullo y de la ira que me despiertas a veces. Pero, sobre todo, quiero hablarte de todo el amor que te tengo y del que tú puedas darme -deseo escribir sobre ello, pero no puedo-. Sólo puedo hervir y burbujear y espero que entiendas cómo verdaderamente me siento. De todas formas, te deseo. Tu (todavía) esposa. P.D. Amor, no permitas que nunca más demos por hecha nuestra pareja. Qué te parece esto: ¡10 años!".

La carta es 100% auténtica. Así lo demuestra una nota de autentificación de la propietaria de la casa donde se encontró, dentro de un libro, hallado en un cajón bajo la cama del matrimonio.

Ese mismo año, 1974, Taylor y Burton ponían fin a su matrimonio y de divorciaban, aunque volverían a casarse al año siguiente, para volver a divorciarse en el 76.