Según explicó hoy Hendrik Krüger del Instituto General de Electrotécnica de Rostock durante un congreso sobre minas, el nuevo detector de metales permite identificar el tipo de mina enterrado.

El problema de los detectores convencionales es, precisó Krüger, que tienen un elevado porcentaje de error y por cada mina encontrada se llegan a producir hasta un millar de mensajes equivocados.

Este nuevo sistema, en cambio, reduce "considerablemente" este porcentaje, siempre y cuando la mina contenga metal, aunque en caso de que sea de fabricación casera no la identifica en la base de datos del ordenador portátil al que va unido el detector.

El buscador de minas funciona incluso en suelos con fuerte componente metálico, como ocurre en Croacia, por ejemplo, donde los detectores comunes funcionan con dificultad, aseguró Krüger.

El detector no puede funcionar, sin embargo, cuando se trata de minas de plástico o cuando hay metralla metálica a pocos centímetros del artefacto.

"Es imposible desarrollar un aparato que permita un desalojo completo de las minas", dijo el científico.

Según estimaciones internacionales, actualmente todavía hay unos 100 millones de minas terrestres enterradas.