Esto puede resultarles increíble: cuando Rodrigo Sorogoyen pisó Los Ángeles el pasado febrero, por su nominación al Oscar con el corto Madre, que había ganado premios internacionales y un Goya, el director madrileño ya había rodado la película homónima que presenta ahora, continuación en toda regla, pero totalmente imprevisible, de aquella historia. Si no han visto el corto, no se preocupen: lo verán ahora porque es la secuencia que inicia el filme. Un angustioso plano donde una madre descubre, desde Madrid y por teléfono, que su hijo de 6 años ha sido abandonado por su padre en una playa del país vasco francés. Y que hay un hombre en la playa que lo observa. Con sus genitales en la mano.