Me encantaban los animales cuando Christian Dior se disfrazaba de rey león e Yves Saint Laurent vivía en la casa de la serpiente en Marrakech. Cuando Hubert de Givenchy teñía caniches de color rosa chicle y Walt Disney nos transportaba a la selva de la mano de Mowgli. Cuando Elsa Schiaparelli dejaba volar en sus telas las mariposas de Christian Bérard. Adoraba a los animales cuando aparecían en las historias de La Fontaine, Lewis Carroll y Kafka, como en La metamorfosis.