En vida, el genio de Leonard Bernstein sólo conoció interrupción durante cinco días. Ese fue el tiempo que medió entre el anuncio de su retirada, un 9 de octubre de 1990, y su muerte a los 72 años. El resto fue un excepcional despliegue en una única biografía de los papeles de compositor, director de orquesta, pianista, presentador de televisión, autor, profesor y hasta activista investigado por el FBI. En la desmesura, el músico encontró un camino para romper convenciones hasta ser recordado hoy, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, como la mayor estrella de la música clásica del siglo pasado.