Romanticismo (literario). Así se podría definir el trabajo de Alessandro Michelle en Gucci. Sus referentes (el ocultismo, la naturaleza, la magia€) son los mismos que los de los escritores del XIX. Por eso, quizá, William Blake sea recurrente en sus desfiles. En esta ocasión, sus poemas los cantaba la musa prerrafaelita de nuestro tiempo: Florence Welch.Clásico radical. Cristóbal Balenciaga tenía como musas a sus clientas más fieles. De la marquesa de Llanzol a la socialité Tamara Mellon, todas tuvieron la audacia (y el dinero) de vestir sus diseños. Hoy Balenciaga está al mando de Demna Gvasalia, alma máter de ese fenómeno llamado Vetements. Aunque maestro y sucesor no tengan nada que ver, ambos cultivan el amor por las prendas de vanguardia y su poco apego a entrevistas...