Si el estilo de vida ´hippie´ abrió hace medio siglo las puertas del exotismo a la moda de su época, quienes lo recuperan hoy comparten los mismos deseos de escapismo hacia Las mil y una noches. La sensualidad, el color, el abigarramiento de dibujos tribales poseen el erotismo irresistible de los sueños de libertad. Sueños parecidos a los de los artistas pioneros del etnicismo, entonces llamado orientalismo, que en la primera década del siglo pasado rompieron los moldes formales de su época atraídos por el canto de las sirenas, u odaliscas, de los confines del Mediterráneo. También por las sinuosas danzas de los Ballets Rusos de Diaghilev llegadas desde más allá del Mar Negro...