Nueva York. Veinte bajo cero. Dicen que el frío es bueno para la piel, pero esto es pasarse. Y para alguien no acostumbrado a cuidarse el cutis (aunque debería) salir del hotel para hacerse un tratamiento facial es algo fastidioso, aunque sea en Elizabeth Arden. Como persona poco experta en cuidados pero interesada en cuestiones feministas, sabía de ella que fue una pionera que convirtió el sector de la cosmética en el emporio que hoy es gracias a detalles como tratar personalmente con sus empleados, imponer un ritmo de trabajo lento y concebir la belleza como un estado, no como una cualidad. De ahí que forrara su centro de belleza en la Quinta Avenida con cuadros de Georgia O´Keefe...