LIMPIEZA

Los secretos para que tu ropa salga impecable de la lavadora

Optimiza tu electrodoméstico y obtén resultados increíbles

Ropa tendida

Ropa tendida / Shutterstock

La limpieza de nuestras prendas constituye una actividad imprescindible en nuestra rutina diaria. A fin de garantizar que se mantengan impecables y fragantes, es crucial adoptar algunas medidas cautelares.

Entre las precauciones más relevantes se encuentra la clasificación de la ropa según sus tonalidades y el seguimiento de las indicaciones de dosificación recomendadas por los fabricantes de detergentes. No obstante, el factor primordial radica en el mantenimiento adecuado de nuestros electrodomésticos.

Cómo conseguir que la ropa salga más limpia de la lavadora

Optimiza el uso de tu lavadora

El primer paso crucial para asegurar que tu ropa salga siempre limpia y fragante es familiarizarte con el correcto funcionamiento de tu electrodoméstico. Si tienes dudas, revisa detenidamente el manual de instrucciones para aprovechar al máximo las funciones y ajustar tu rutina de lavado de manera efectiva. Además, clasifica la ropa por tipo de tejido y color, siguiendo las indicaciones de lavado en las etiquetas. Presta especial atención a las prendas delicadas, que pueden lavarse a mano o en un ciclo suave dentro de una bolsa de malla.

Adapta la temperatura del agua

La temperatura del agua que utilices en tu lavadora puede marcar la diferencia en el resultado final de tu colada. El agua caliente es excelente para desinfectar y eliminar gérmenes, pero puede encoger la ropa, desteñir los tejidos o fijar manchas persistentes, además de consumir más energía. Reserva el agua caliente (por encima de los 30 °C) para toallas, trapos de cocina, ropa de cama y prendas muy sucias. Emplea agua fría para las prendas delicadas, los tejidos propensos a desteñir o la ropa ligeramente sucia. No solo es una forma más suave de lavar, sino que también ahorra energía y es amigable con el medio ambiente.

Evita sobrecargar la lavadora

Uno de los errores más comunes al lavar la ropa es sobrecargar la lavadora. Aunque puedas pensar que está llena cuando la ropa alcanza el borde, esto dificulta que la ropa gire adecuadamente y que el agua y el detergente se distribuyan correctamente. Como resultado, la ropa puede salir menos limpia y con manchas persistentes. Además, sobrecargar la lavadora puede provocar fallos mecánicos. Deja espacio suficiente para que la ropa se mueva libremente dentro del tambor y permite que la lavadora se seque al dejar la puerta abierta después de su uso para evitar la acumulación de humedad y malos olores.

Mantén tu lavadora limpia

Con el tiempo, las lavadoras pueden acumular residuos de jabón y suciedad, lo que resulta en malos olores y la aparición de moho. Es fundamental realizar limpiezas en profundidad cada seis meses para mantener tu lavadora fresca y limpia, al igual que la ropa que lavas. Puedes utilizar productos específicos disponibles en supermercados o droguerías, o bien optar por soluciones más sostenibles y caseras, como el vinagre de limpieza o el bicarbonato de sodio. No olvides limpiar regularmente el filtro de la lavadora y el cajetín donde colocas.