LIMPIEZA

Cómo convertir a tus hijos en tus aliados para limpiar la casa según Marie Kondo

Los hogares con pequeños no tienen por qué ser una pesadilla y pueden ser un lugar limpio y armonioso

Cómo convertir a tus hijos en tus aliados para limpiar la casa según Marie Kondo

Cómo convertir a tus hijos en tus aliados para limpiar la casa según Marie Kondo / Shutterstock

Los hogares con niños suelen ser asociados con el desorden debido a su gran actividad y capacidad para revolver cualquier espacio. Aunque muchas personas creen que los niños y el orden son incompatibles, Marie Kondo tiene una perspectiva diferente. Según ella, los hogares con niños no tienen por qué ser una pesadilla y pueden ser un lugar de armonía y limpieza.

Para lograr que los niños se integren en el entorno decorativo del hogar sin causar desorden, es importante conocer el aspecto psicológico de los pequeños y encontrar un equilibrio entre sus necesidades de exploración y entretenimiento y el mantenimiento del orden y la organización del hogar. La adaptabilidad de los espacios es fundamental para ofrecer a los niños las mejores herramientas para disfrutar sin afectar la decoración.

Establecer habitaciones destinadas al juego es una sabia decisión que permite limitar el posible caos a áreas específicas. Incluir el juego y el orden dentro del concepto decorativo del hogar es una fórmula que siempre resulta satisfactoria, utilizando estantes que permitan alojar objetos sin ser peligrosos para los niños y muebles con protecciones o materiales resistentes.

Los materiales ecológicos y las fibras naturales son ideales para niños y el minimalismo, evitando alergias y problemas médicos. Permiten una interacción sin restricciones con la decoración del hogar y son adaptables al cuerpo de los niños. Además, la tendencia de ampliar los espacios funciona bien para que los niños puedan estar cómodos y en contacto con la naturaleza.

Los niños son plenos integrantes del hogar y es posible crear una estrategia donde el mobiliario esté a favor de la seguridad y como un juguete más para el niño. La fundición entre los espacios de los adultos y de los niños crea un ambiente de plena armonía, siempre bajo supervisión y generando confianza mientras se mantiene el orden y la limpieza.