LIMPIEZA

El peligro oculto en tu cama: la periodicidad con la que deberías lavar tus sábanas

Estos son los consejos que debes llevar a cabo si quieres mantener una buena salud

Mantener el dormitorio libre de polvo y suciedad, aunque no lo parezca, es imprescindible para gozar de una buena salud. La mejor manera de controlar los ácaros y los microorganismos que pasean por las sábanas es lavarlas una vez a la semana como mínimo.

Este consejo es tan importante porque las personas que no lo hacen con la frecuencia necesaria, duermen cada noche con muchos más alérgenos de lo recomendable.

Esto provoca un aumento considerable del riesgo de padecer asma y alergia al polvo. Por eso mismo, las personas que ya sufren estas patologías, tienen que hacerlo de manera casi obligada más de dos veces a la semana para evitar que se agraven los síntomas.

Está estudiado y comprobado que realizar esta tarea logra prevenir enfermedades. Es más, hay estudios realizados en guarderías que demuestran que la limpieza de la ropa de cama diaria reduce la cantidad de veces que sufrimos gastrointeritis.

Otro estudio hecho en niños observa que descuidar la limpieza de las esterillas donde duermen los infantes aumenta la frecuencia en la que sufren infecciones respiratorias.

Que sea primavera, verano, invierno u otoño es muy relevante y es que los meses en los que hace más calor, la proliferación de microrganismos y ácaros es más frecuente, por lo que hay que lavar las sábanas más a menudo.

Muy importante que, si tú o alguien con el que convives ha estado enfermo, debéis meterlas en la lavadora, además de con más frecuencia, con el programa de 60 grados centígrados.

No toques las sábanas con las manos o te metas en la cama con la ropa sucia

Pasamos muchas horas en contacto con las sábanas, por ese motivo, debemos minimizar todo contacto que pueda tener la cama con la suciedad. Para ello, tenemos que evitar sentarnos o apoyar cosas cuando está deshecha, procura lavarte las manos cuando vayas a hacer la cama y, sobre todo, no te metas en la cama con ropa sucia o con la que hayas llevado durante todo el día. Y olvídate de lanzar la ropa sucia sobre esta cuando no está hecha, eso también acumula gérmenes.

La humedad es tu peor enemigo

Ten mucho cuidado con la ropa sudada o mojada porque existen estudios que demuestran que los microorganismos pasan de una superficie a otra con mucha facilidad si están húmedas.

Por ejemplo, apoyarnos con ropa de la calle sudada o mojada en las sábanas, propagará más bacterias y hongos. Si está seca, la transmisión es prácticamente indetectable. De todas formas, también depende del tiempo de contacto y de la fricción entre superficies.

Otro consejo es ducharse antes de dormir para eliminar la suciedad del día de nuestro cuerpo y secarse el pelo para no humedecer las sábanas.