Uno de los electrodomésticos más usados en el día a día es la plancha, aunque puede resultar de los menos queridos.

Es uno de esos equipos que hay que cuidar y limpiar a menudo con el objetivo de evitar estropear las prendas por la suciedad que acumula.

Su mantenimiento es complicado, por lo que te traemos el mejor truco casero para tenerla impecable, que te dure muchos años y además, cuides tu ropa.

Cómo limpiar la plancha

El bicarbonato de sodio será tu mejor amigo en esta tarea y es que solo tendrás que mezclar dos cucharadas con una de agua destilada.

A continuación, mézclalo hasta conseguir una pasta homogénea que tendrás que extender por la placa de la plancha apagada y fría. Puedes ayudarte de una espátula de algún material que no te raye la plancha.

Lo siguiente que debes hacer es dejar que actúe durante unos minutos y retirar el producto con un trapo limpio y un poco húmedo. Para los orificios, puedes ayudarte de bastoncillos para los oídos mojados en agua destilada o en un poco de vinagre blanco.

Si la base de la plancha está muy quemada, tendrás que llevar a cabo otro proceso. Coge un papel de periódico y extiende una capa de sal gorda.

Cuando la plancha esté tibia, pásala por encima varias veces sin apretar demasiado para no rallarla (tendrás que asegurarte de que su suela es antiadherente). Por último, quita la sal con un trapo húmedo y listo.

Cómo limpiar la plancha por dentro

Para limpiar el interior de la plancha tendrás que hacerlo a través del depósito. Llénala con agua destilada o vinagre blanco, enciéndela a la temperatura más alta y con la opción de vapor activada.

Sobre un paño o una toalla tendrás que realizar pasadas soltando vapor, verás como empieza a expulsarse toda la cal y la suciedad.

Por último, vacía el depósito y cuando la plancha esté fría vuelve a pasarle un paño limpio por si han quedado restos de suciedad.