La nevera, un elemento indispensable en cualquier hogar y el lugar al que accedemos cuando queremos saciar nuestro apetito. Sin embargo, es frecuente que esta no presente un aspecto tan bueno como desearíamos y limpiar este electrodoméstico de forma regular es, cuanto menos, un engorro.

Por ello te presentamos unas sencillas pautas para que tu nevera mantenga ese deseable buen aspecto, sin necesidad de tener que dedicar horas y horas a su cuidado.

1. Limpieza completa

Lo primero es vaciar nuestro frigorífico para limpiar correctamente todos sus compartimentos y estantes. Además, de esta forma podremos descubrir algunos elementos guardados desde hace tiempo y cuyo contenido ya no debería ser consumido.

2. Forrar los estantes

Tras deshacernos de los productos en mal estado y eliminar la suciedad y manchas acumuladas, es hora de prevenir su aparición. Para ello podemos cubrir los estantes con algún material plástico, cuya impermeabilidad facilite su limpieza y mantenimiento.

3. Organizar los alimentos

Otro de los problemas con los que solemos encontrarnos al acceder a la nevera, es no saber dónde hemos guardado los diferentes alimentos. Evitarlo es tan sencillo como organizar los productos por categorías y distribuir el espacio en función de las mismas.

4. Etiquetar las secciones

Si tras distribuir el contenido en diferentes categorías seguimos dudando a la hora de realizar nuestra búsqueda, podemos etiquetar los cajones y estantes dedicados a cada sección. De esta forma nos será más sencillo acceder a los que estamos buscando y mantener nuestra nevera ordenada.

5. Aprovechar el espacio

Por último es importante sacar el máximo partido a la capacidad del frigorífico. Unas simples cestas o bandejas de plástico ayudarán a separar los productos y a que estos no queden esparcidos y ocupen un espacio destinado a otros alimentos.