En pocas semanas tenemos encima el verano. De hecho, ya lo estamos sintiendo con el calor que está haciendo estos días. Cambiamos nuestro vestuario para adecuarnos a la nueva temporada estival y, como no, también es necesario pensar en acondicionar el hogar para las altas temperaturas que se esperan. Así pues, llega el momento de pensar cómo podemos acondicionar la vivienda de cara a los meses de verano para convertirla en un lugar fresco y habitable. Los días son más cálidos, más largos, más alegres. La casa debe estar preparada para el cambio de temporada. Y la mejor forma de hacerlo es teniendo una casa con ambientes interiores y exteriores que estén acondicionados para la ocasión.

Llegados a este punto, dos son los elementos principales que se nos vienen a la cabeza. Pensando en el exterior, los toldos aparecen como una primera barrera en la lucha contra el fuerte sol del verano y un favorecedor de agradables sombras en nuestras terrazas y balcones. Y de cara al interior, los aparatos de aire acondicionado o climatizadores son el elemento esencial para refrescar el ambiente de las estancias del hogar.

Protectores solares

A parte de la función básica de un toldo, que es proporcionar sombra, también tiene y debe proteger del sol. Usando un toldo como sistema de protección solar, evitamos las radiaciones de energía solar térmica que llegan al interior de nuestra vivienda. Existen estudios contrastados que demuestran que utilizando estos medios se disminuye en un 80% el consumo excesivo de climatizadores, proporcionándonos un ahorro importante en la factura de la luz. También contribuimos socialmente, al evitar la contaminación medioambiental: reduciendo las emisiones de CO2.

Es muy importante el paso a dar a la hora de elegir un buen toldo destinado a proteger solarmente nuestro hogar o negocio, porque entre otras cosas, se va a aportar un elemento estético al exterior del edificio. No todo vale: una mala elección puede romper arquitectónicamente la imagen física de la casa. Es por ello que es aconsejable acudir a un profesional que nos asesore sobre las distintas alternativas existentes en el mercado.

La compra de un buen toldo es solo el primer paso, sin embargo el objetivo es encontrar un toldo perfecto que sea a la vez atractivo y que armonice con el resto de elementos de exterior. Por ello existe un sorprendente número de componentes a tener en cuenta: la estructura, la lona, los mecanismos, las costuras, y otros accesorios como motores, sensores y automatismos.

La mayor diferencia entre la buena y la mala calidad de un toldo está en la composición de sus materiales. Es por esto que es conveniente a fabricantes de prestigio reconocido, que invierten mucho dinero anualmente en tecnología y diseño para poder ofrecer un producto de calidad garantizada.

Por último es muy importante saber elegir el establecimiento idóneo para la compra e instalación del toldo. Tiene que estar preparado para ayudar en la elección del producto, y avalar una instalación segura y estéticamente estudiada al milímetro.