Una amplia vivienda, cercana a los 150 metros cuadrados, y situada en una gran avenida muy próxima al centro de la ciudad de Valencia, es el escenario donde se ha desarrollado la reforma y proyecto de interior realizado por el estudio de Daniela Beaini para una familia compuesta por dos adultos y dos niños. Se trata de un proyecto marcado por la necesidad de compartir espacios comunes, pero subrayando la intimidad necesaria para cada uno de los miembros de la familia.

Luminosidad, comodidad, elegancia y funcionalidad son algunos de los parámetros bajo los que Beaini ha llevado a cabo el diseño de interior de la vivienda, para unir en un mismo proyecto gustos de padres e hijos, con un resultado que a posteriori ha satisfecho a cada uno de los componentes de la unidad familiar, acostumbrada a recibir visitas con frecuencia, otro dato a tener en cuenta a la hora de afrontar un proyecto de estas características.

El estudio de Beaini comenzó su labor con la redistribución la tabiquería, de manera que unificó en un sólo espacio recibidor, salón y comedor, para ganar así amplitud y radio de acción para los movimientos y recorridos. En este espacio destaca el sofá rinconero gris, situado delante de una pared con papel a rayas bicolor, en blanco y negro, que busca de esta forma dar sensación de altura de techo. Otros dos elementos destacables en el espacio principal son el cuadro, de grandes dimensiones, así como una mesa de centro emplazada sobre una alfombra gris de seda de algodón. El comedor, planteado de manera sencilla, está presidido por una mesa de cristal templado en color negro con patas de acero alto brillo, procedente de una prestigiosa firma italiana de mobiliario de diseño. En contraste, destacan las sillas de piel blanca.

La condición del cabeza de familia como amante de la lectura, así como la influencia percibida por la religión budista fue factor determinante para la creación de una zona de lectura, iluminada por una lámpara suspendida, que incluye un cómodo orejero tapizado en piel que descansa sobre una alfombra de piel de vaca.

Otro de los elementos fundamentales a la hora de hablar de esta reforma y diseño de interior es el techo, retranqueado para proporcionar sensación de amplitud, iluminado con tubos de led y focos puntuales directos y técnicos, combinados certeramente. Respecto a la influencia del movimiento budista, en el dormitorio principal, sobre pared gris, destaca un tríptico realizado en resina, que sirve al tiempo de cabecero al tatami en blanco alto brillo diseñado por el estudio de Daniela Beaini y revestido con color visón.