El mueble "vintage" ha triunfado este año, marcado por una vuelta al cuidado en la decoración, en el que los pequeños detalles han sido protagonistas de las compras para actualizar el hogar.

El "vintage" está muy "vivo, ha asegurado a Efe Estilo el gerente de L.A. Studio, Carlos López, especialista en este tipo de mobiliario, quien determina con detalle la diferencia entre "vintage" y retro, para que la analogía no lleve a la confusión.

"La diferencia es palpable, el retro es diseño antiguo, con una concepción y una manufactura actual", mientras el "vintage" es una recopilación de lo "mejor" del diseño del siglo XX.

López señala que el siglo pasado nos ha permitido revisitarlo. Nombres y estéticas que regresan, "ideas originales" que siguen estando muy vivas y que priman dentro de este campo de trabajo.

El especialista indica que el "vintage" se ha convertido en "una nueva manera de mirar al mundo" y resalta que se trata de una estética que también ha estado muy presente en el cine, la moda o la televisión.

Un punto en el que también coincide África Salces, gerente de La Recova, quien asegura que se ha convertido en "un estilo de vida", pues existe un núcleo importante de personas a las que les gusta "escuchar música de la época y vestir ropa con esa estética".

Sin embargo, López precisa que si bien en 2012 el mueble de líneas puras de los años cincuenta fue el más requerido, este año, lo ha sustituido el mobiliario de los setenta, en el que el diseño italiano y americano han estado muy presentes.

Una época en la que la mezcla de aceros y latón construyen piezas "excesivas", muy marcadas, "más agresivas". En esta etapa, López se atreve a decir que el "diseño y el arte" se entroncan y se replantean muchos conceptos decorativos.

Confiesa que da valor a la puesta en escena y a la iluminación y propone una decoración contemporánea con piezas del pasado, donde el "rosa chicle" y el blanco son los colores estrella de este invierno.

"Son la tendencia más intensa de color, muy empolvados", añade, al recordar que rememoran los tonos de principios de los sesenta, sin olvidar que están presentes amarillos o verde menta.

Butacas, vajillas, espejos, alfombras o sencillos jarrones han venido a renovar la decoración cuando el ocio en el exterior ha quedado mermado.

López advierte que el cambio en los hábitos sociales, y el retorno a hacer del hogar un lugar cómodo para recibir ha constituido un revulsivo para que las "barras de bar" vuelvan a ser máxima tendencia en la decoración.

Una circunstancia que también esgrime el anticuario José Elías Navarro para indicar que un complemento como el mueble bar también ha vuelto.

Piezas que, según indica, por curioso que pueda parecer fue en "Reino Unido donde más piezas se fabricaron".

"El mueble bar es un 'vintage' de la decoración que no decae" y ocultan siempre pequeñas sorpresas.

"Nada más abrirlos se enciende una luz que ilumina el interior", las copas, vasos y la coctelera "centellean" sobre un fondo y repisas de espejo, explica, "algunos de ellos con maravillosos dibujos grabados.