Por su contenido graso, localizado sobre todo en la yema, el huevo fue un alimento muy controlado en dietas para rebajar el colesterol, hasta que se descubrió que el colesterol que aporta la yema es de difícil asimilación, por lo que no es un alimento a evitar.

Es más, la Fundación Española del Corazón ha explicado que «tiene proteínas de muy buena calidad y de alto valor biológico. También incluye vitaminas de los grupos A y B. Por último, contiene minerales, entre los que destaca el hierro, cuyo origen animal permite una fácil absorción».

Por si fuera poco, un estudio publicado en The American Journal of Medicine en el año 2020 demostró que consumir un huevo al día tiene grandes beneficios para la salud, incluida la salud cardiovascular, por lo que consumir un huevo al día no solo no es nocivo, sino que es cardiosaludable.

Lo que determina si un alimento o no nocivo en su consumo en cantidades moderadas es el conjunto de los ingredientes, por lo que no es lo mismo consumir huevos cocidos o escalfados, sin sal o con un toque de hierbas aromáticas, que tomarlos en forma de natillas o flanes con infinidad de azúcar o como un ingrediente más en un alimento ultraprocesado.

Pero también puedes disfrutar de uno o dos huevos al día si te gustan a la plancha, o escalfados, incluso con una pizca de sal, porque, como hemos visto, se trata de un alimento saludable, que ha gozado de mala fama inmerecida.

Eso sí, para estar sano, no puedes comer solo huevos, como tampoco puedes estarlo con una dieta en la que todo sean frutas o pescados azules, por muy saludables que sean estos grupos de alimentos.

Seguridad alimentaria

Si te encanta la mayonesa, sabrás que no se recomienda hacerla casera o, de ser así, debe consumirse de inmediato, porque el huevo es uno de los alimentos más propensos a causar enfermedades alimentarias por su mala manipulación o conservación.

La cáscara es su protección natural del exterior, pero es porosa, por lo que no debes lavar o aclarar los huevos antes de guardarlos, pues podrías introducir en su interior basura o restos de heces de las propias gallinas.