El gato montés (Felis silvestris) vive una lenta agonía en el sur de España. Las poblaciones de la especie van a menos en toda Europa.Felis silvestris Un estudio realizado en el parque nacional de Cabañeros, en Castilla-La Mancha, ha venido a confirmar los peores augurios. La densidad del gato montés se sitúa en esa área protegida entre las más bajas de Europa, muy por debajo de las consideradas óptimas para esta especie. Los científicos hablan abiertamente de una “extinción silenciosa”.

“Nuestros resultados apoyan una densidad extremadamente baja de gatos monteses europeos en un área altamente protegida (parque nacional de Cabañeros), lo que sugiere que esta población probablemente esté atravesando un proceso de extinción”. Es la principal conclusión de la investigación protagonizada por científicos del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), liderados por el doctor Pablo Ferreras y en colaboración con investigadores de la Universidad de Málaga y del CIBIO-Universidad de Oporto (Portugal).

Los autores del trabajo sugieren que la baja densidad estimada para esta población de gato montés podría representar una situación común entre las poblaciones de la especie en el sur de la Península Ibérica. Ante esta posibilidad plantean la necesidad de más estudios. Y también la urgencia de aplicar medidas de conservación en el extremo más suroriental de la distribución de esta especie en Europa.

Solo quedan 15 gatos monteses en Cabañeros

Solo quedan 15 gatos monteses en Cabañeros En Cabañeros se estimó un tamaño de población absoluto de 15 gatos monteses (intervalo de confianza del 95%: 5-34 individuos). La densidad poblacional media estimada con el modelo integrado fue de 0,038 ± 0,017 ejemplares por kilómetro cuadrado. Esta cifra se encuentra entre los valores más bajos descritos hasta la fecha para la especie en toda Europa. Ello a pesar de tratarse de un área altamente protegida.

Entre las posibles causas de esta baja densidad, los científicos señalan la baja disponibilidad de presas (conejos y micromamíferos, fundamentalmente). Esta circunstancia podría haber desencadenado “un proceso de vórtice de extinción”, apuntan.

Los investigadores aplicaron un modelo que que incluyó capturas en vivo con identificación individual, capturas de cámara sin identificación individual y seguimientos por radio. Todo ello se integró en un modelo de datos de recuento de captura-recaptura, lo que permitió obtener datos fiables sobre la población de gatos monteses en el parque nacional.

Se lograron diez capturas en vivo de cinco gatos monteses con un esfuerzo de 2.034 días-trampa, mientras que se registraron siete eventos independientes de gatos monteses en trampas con cámara con 3.628 días-cámara. Además, se marcaron por radio dos gatos monteses y se obtuvo información de telemetría sobre sus movimientos.

La investigación se enfrentaba a múltiples escollos. Por ejemplo, la dificultad para distinguir individuos de gatos monteses de los de otros felinos y la ausencia de censos específicos. De hecho, no se conocen con certeza los efectivos de las poblaciones de gato montés en la Península Ibérica.

Poblaciones cada vez más aisladas

Poblaciones cada vez más aisladas Las densidades registradas en zonas consideradas óptimas para esta especie oscilan alrededor de los 0,38 individuos por kilómetro cuadrado, aunque en Europa es más común una densidad de 0,2 ejemplares por kilómetro cuadrado, según el Ministerio para la Transición Ecológica. Los datos obtenidos en Cabañeros se sitúan diez veces por debajo de la densidad óptima.

Los expertos, tras analizar los datos recabados, concluyeron que las poblaciones de gato montés ibérico están experimentando “reducciones demográficas y un aislamiento creciente”. Por ello estiman “urgente” identificar las causas del declive.

 

“Argumentamos que, en situaciones como la que identificamos en esta área protegida, la mejora de la abundancia de presas (conejos y pequeños mamíferos) podría fomentar la recuperación de la población”, señalan. Porque favorecería áreas de distribución más pequeñas y aumentaría la supervivencia y la fecundidad.

Todo ello, en última instancia, conduciría a “una mayor densidad de gatos monteses y a una reducción contacto con gatos domésticos en áreas periféricas, limitando los riesgos de hibridación y transmisión de enfermedades entre las dos especies”.

La mortalidad debido a los métodos no selectivos de control de depredadores, la pérdida y fragmentación del hábitat son otras causas apuntadas por la ciencia para explicar el declive de la especie. No obstante, un estudio internacional publicado este mismo año ha concluido que el 83% de las muertes de gatos monteses en Europa son causadas por el ser humano.

“Se necesitan con urgencia más estudios para orientar estrategias de conservación sólidas y revertir el declive de las poblaciones de gatos monteses del Mediterráneo”, subrayan los investigadores.

Muy pocos ejemplares en Doñana

Muy pocos ejemplares en Doñana Estudios anteriores ya habían informado de poblaciones reducidas de gatos monteses en otras áreas protegidas de la Península Ibérica. En el parque nacional de Doñana, por ejemplo, se informó en 2014 de una “sorprendentemente baja abundancia de gatos monteses, a pesar de la protección legal de este espacio durante más de cinco décadas”. Más: en 2009 se constató la “drástica reducción de gatos monteses en la reserva natural de la Serra da Malcata (Portugal) y su sustitución por gatos domésticos en libertad».

La especie está “estrictamente protegida” por la legislación europea. El gato montés figura en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En España, también está en peligro de extinción.

En la Península Ibérica existen tres subespecies de gato montés. La primera es la Felis silvestris tartessia, que habita al sur de los ríos Ebro y Duero. La segunda es la Felis silvestris silvestris, que se puede encontrar en el norte peninsular. Y la tercera, la Felis lybica jordansi, habitual en la isla de Mallorca.

Estudio de referencia (en inglés): https://link.springer.com/article/10.1007%2Fs10531-021-02309-1

Te puede interesar: El gato montés, en peligro de extinción: el ser humano provoca el 83% de las muertes

Foto principal: Pinterest