La captación de energía eólica no tiene necesariamente por qué hacerse a través de grandes molinos de viento como los que estamos acostumbrados a ver. Se trata, como todo el mundo sabe, de una solución con alto impacto paisajístico y también para las aves, por la gran mortaldad que ocasionan. Además, se trata de instalaciones aparatosas y cuyo solo transporte desde la fábrica hasta el lugar donde se plantarán genera importantes emisiones de carbono.

Este sistema podría tener los días contados si prospera el sistema que ha creado una empresa alemana y que consiste básicamente en una especie de cometa, que permanece cautiva en el suelo mediante un cable, y que genera electricidad moviendo sus pequeñas hélices gracias al viento. Esta electricidad es transmitida a una pequeña instalación en tierra a través de ese mismo cable.

La empresa Kitekrat asegura que es una solución viable técnica y económicamente tanto a pequeña escala (desde unos 10 Kw) hasta una escala muy grande (10 Mw).

Para ello, se necesitarían aproximadamente diez veces menos materiales que los que se emplean para construir los aerogeneradores convencionales. Consiguientemente, se pueden reducir los costes de la energía producida casi en un 50% respecto a la que generan los parques eólicos tradicionales.

El sistema ya ha sido probado con éxito y en estos momentos están a punto de instalarse varios conjuntos de estos cometas en los alrededores de la ciudad de Múnich.

El aparato volador en sí consiste en una especie de dron-cometa que genera energía mediante ocho pequeños rotores. La energía producida por la aeronave se transmite por un cable a una estación situada en el suelo y conectada a la red.

Kitekraft afirma que su prototipo produce la misma energía que las puntas de las palas de los grandes molinos de viento con una fracción de la infraestructura que éstos requiren.

Además, esta tecnología es apta también para ser utilizada en el mar y otros medios acuáticos. En esos casos, solo se requiere una boya flotante para cumplir la función que hace la estación en tierra. De este modo, se descarta lo que sucede con muchos parques eólicos marinos: grandes columnas ancladas sobre el fondo del mar, con el consiguiente daño medioambiental.

En el caso de los vientos soplen con exceso de intensidad, no hay más que descender las cometas y guardarlas en un almacén para evitar que se dañen.

La empresa tiene previsto, en una primera fase, desplegar su modelo en ‘escuadrillas’ de cometas en islas apartadas, donde el transporte de la infraestructura necesaria para montar parques eólicos es especialmente costoso e incluso imposible.

Destaca asimismo esta startup que el impacto paisajístico de sus cometas es notablemente inferior al que ocasionan las grandes torres. En este vídeo puede comprobarse cómo funciona el sistema.

Como primera actuación a gran escala, está previsto que antes de terminar este año se haga una instalación piloto en las afueras de Múnich, mediante una central de 20 kw. Sin embargo, su objetivo es llegar a implantar plantas de 100 kW y 500 kW e incluso hasta 10 Mw a medio plazo.

Web de Kitekraft: https://www.kitekraft.de/

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