La subida del nivel del mar es, junto con la subida de temperaturas, la amenaza más conocida por la población en relación al cambio climático. Y, sin embargo, ¿qué provoca este fenómeno? No hay una sola causa, pero todas ellas están directamente relacionadas con el calentamiento global de origen humano que afecta a la Tierra.

Desde finales del siglo XIX, el nivel del mar ha subido más de 20 centímetros. Este aumento se ha acelerado en los últimos años y no es nada fácil ponerle remedio.

De hecho, incluso si se dejaran de emitir gases de efecto invernadero de forma inmediata y total, el nivel del mar continuaría subiendo entre 30 y 60 centímetros hasta finales de siglo.

Eso es lo que sucedería en el mejor de los supuestos. En el peor, podría subir más de un metro. De ahí que, aunque no podamos ya solucionar el estropicio cometido, sí debemos evitar que la situación empeore.

¿Qué hechos motivan la subida del nivel del mar?

Fundamentalmente, son dos. Por una parte, la subida se debe fundamentalmente a la fusión del hielo que hay situado sobre tierra en forma de glaciares y grandes masas de hielo en Groenlandia y la Antártida. Por otra, se debe a un fenómeno conocido como expansión térmica, que consiste en que el agua aumenta de volumen cuando se calienta. Otras causas son menos relevantes.

1.Expansión térmica

Cuando un material se calienta, aumenta el volumen que ocupa. Es un fenómeno que conocemos como ‘expansión térmica’ y que también lo experimenta el agua oceánica. Al ocupar más volumen, sube su nivel. Se estima que la expansión térmica ha sido responsable de en entorno al 30% de la subida del nivel del mar entre 1993 y 2019. No obstante, su contribución a la subida total va siendo menor según avanzan los años, debido a que la fusión del hielo cada vez está cobrando más protagonismo.

2.Derretimiento del hielo

El derretimiento del hielo que está flotando directamente sobre el océano no influye en la subida del nivel del mar (es como un cubito que se funde en un vaso de agua; no varía el volumen total). Sin embargo, ¿qué pasa con las grandes masas de hielo que están posadas sobre tierra? En este caso sí estamos añadiendo una cantidad de agua extra a los océanos.

Se trata de una aportación extra que sí contribuye a aumentar el nivel del mar y que, con el paso del tiempo, está representando un porcentaje cada vez mayor.

¿Dónde están, sobre todo, esas grandes masas heladas que descansan sobre tierra? Fundamentalmente en tres sitios: en los glaciares, en Groenlandia y en la Antártida. Todos ellos, según demuestra la evidencia científica, están perdiendo hielo a pasos agigantados, y cada vez de forma más acelerada.

Otra grave consecuencia del deshielo

Pero aún hay más. Esta aportación extra de agua dulce en el océano debido al deshielo de grandes masas congeladas está alterando algunas dinámicas naturales, como la de la llamada corriente atlántica, que circula a lo largo de miles de kilómetros. Esta corriente, al llegar cerca de Groenlandia, se sumerge hacia las profundidades por una diferencia de densidad con las otras aguas. Pero al añadir agua dulce en esa zona (por el deshielo), su densidad cambia y no baja a la profundidad como debería. De esta forma, el derretimiento del hielo en Groenlandia está contribuyendo a frenar la corriente atlántica, lo que puede provocar graves consecuencias.

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