“A menos que los países cumplan con el compromiso de restaurar una superficie del planeta del tamaño de China durante los próximos nueve años, la destrucción de la naturaleza, el cambio climático y la contaminación seguirán avanzando a pasos agigantados, causando crisis por inseguridad alimentaria y otros desastres”, han advertido dos organismos especializados de la ONU.

Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura (FAO) llama al mundo a rehabilitar al menos mil millones de hectáreas de tierra degradada para 2030 y reclama un compromiso similar con los océanos para garantizar la seguridad alimentaria y prevenir otras catástrofes.

El estudio, titulado ‘Restauración de los ecosistemas en beneficio de las personas, la naturaleza y el clima’, revela que los ecosistemas “ya no pueden satisfacer nuestras demandas”, porque la humanidad está utilizando en la actualidad alrededor de 1,6 veces más recursos de los que la naturaleza puede proporcionar de manera sostenible.

“Conservar ya no es suficiente, hay que restaurar”

De tal manera que la conservación de los ecosistemas saludables, “aunque de vital importancia, ya no es suficiente”. Se hace necesario ir un paso más allá y abordar la restauración de los ecosistemas degradados, indican el PNUMA y la FAO.

“La restauración es esencial para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2°C, garantizar la seguridad alimentaria de una población en crecimiento y reducir la velocidad de la tasa de extinción de especies”, apunta el informe.

“En pocas palabras, necesitamos más naturaleza. La buena noticia es que la naturaleza tiene una extraordinaria capacidad de renovación”, destacan las agencias de la ONU.

La mala noticia: “Desgraciadamente, seguimos avanzando en la dirección equivocada. Los ecosistemas del mundo, desde los océanos hasta los bosques y las tierras de cultivo, se están degradando, en muchos casos a un ritmo acelerado. El enorme crecimiento económico de las últimas décadas se ha producido a costa de la salud ecológica”, recoge el texto.

Océanos dañados, degradados y modificados

El estudio incide en la situación de los océanos, que constituyen el 70% de la superficie del planeta, porque dos tercios de sus ecosistemas están “dañados, degradados y modificados”, además de que sufren una “alta contaminación por plásticos”. La FAO y el PNUMA llaman a actuar ya para revertir esta situación.

Los dos organismos de la ONU señalan que desde 1990 hasta la actualidad se han perdido 420 millones de hectáreas de bosques. Y que las naciones no han avanzado lo suficiente como para cumplir su compromiso de aumentar un 3% la superficie total de bosques en el mundo para 2030.

“Los esfuerzos de conservación no son suficientes por sí solos para prevenir el colapso de ecosistemas a gran escala y la pérdida de biodiversidad”, alertan los organismos, que subrayan la urgencia de que los países “reprogramen” su recuperación tras la pandemia de covid-19, que siembren bosques y que se alejen de los “subsidios masivos al carbono” y de los sectores relacionados con los combustibles fósiles.

Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, y Qu Dongyu, director general de la FAO, alertaron de que la degradación ambiental ya afecta el bienestar de unos 3.200 millones de personas, es decir, el 40% de la población mundial.Y que comunidades que viven en 2.000 millones de hectáreas degradadas de tierra están entre las más pobres y marginadas del mundo.

“Cada año, perdemos servicios de los ecosistemas por valor de más del 10% de nuestra producción económica mundial», señalaron los dos dirigentes, que añadieron que si se invirtieran esas tendencias, los beneficios serían “enormes para toda la población”.

Necesidad imperiosa de restaurar la naturaleza

Resaltaron la “necesidad imperiosa” de restaurar la naturaleza para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura promedio global a 1,5°C con respecto a los niveles preindustriales.

“Si restauramos la naturaleza a la escala necesaria, habrá beneficios mucho más allá del cambio climático y la biodiversidad, pues ayudará a la seguridad alimentaria, la salud, el agua potable y el empleo. La restauración puede beneficiar a todos estos Objetivos de Desarrollo Sostenible”, insistió Tim Christophersen, responsable de la División de Ecosistemas del PNUMA.

Las agencias de la ONU insistieron en que las naciones deben hacer un “esfuerzo de restauración global” que proteja y promueva los espacios naturales, ya que esto generaría “aire y agua más limpios, mitigación de los fenómenos climáticos extremos y mejora de la salud humana y animal, así como mayor biodiversidad”.

La ONU ha recordado que los bosques, las tierras agrícolas, los ríos, los océanos y las zonas costeras ofrecen “protección natural contra la triple amenaza del cambio climático, la pérdida de la naturaleza y la contaminación”, pero “la mala gestión del planeta amenaza el bienestar de las generaciones futuras”, señala el informe.

El texto detalla que las áreas de “atención urgente” son las tierras agrícolas, los bosques, los pastizales, las sabanas, las montañas, las turberas, las áreas urbanas, las aguas dulces y los océanos.

Una inversión de 200.000 millones de dólares anuales

Según el informe, la restauración de la superficie de tierras degradadas para 2030, requiere invertir al menos 200.000 millones de dólares anuales. Pese a que la cifra es muy elevada, el PNUMA y la FAO defiende que cada dólar invertido “se multiplicaría por 30 en términos de beneficios económicos”.

El estudio añade que la restauración debe contar con la participación de todos los actores interesados, “incluidos particulares, empresas, asociaciones y gobiernos”. Y aclara que debe realizarse “respetando los derechos y necesidades de los pueblos indígenas y las comunidades locales e incorporando sus conocimientos, experiencia y capacidades”.

La publicación coincide con el inicio del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030), cuyo objetivo es crear conciencia sobre la importancia de la protección y la recuperación de la naturaleza en todos los rincones del planeta.

La Asamblea General de la ONU proclamó el Decenio para catalizar un movimiento global integrado por las comunidades locales, los activistas, las mujeres, los jóvenes, los grupos indígenas, las empresas privadas, los inversionistas financieros, los investigadores y los gobiernos en todos los niveles para colocar al mundo en la vía hacia un futuro sostenible.

Informe de referencia:https://wedocs.unep.org/bitstream/handle/20.500.11822/36252/ERPNC_KMSP.pdf

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