Las aves acuáticas que pasan el invierno en Catalunya han experimentado un fuerte descenso, del 22%, respecto al año anterior. Sin embargo, esto es solo una muestra del fuerte declive que experimenta en dicha comunidad la biodiversidad, que en conjunto se ha reducido un 25 por ciento en menos de veinte años.

El número de aves acuáticas invernantes disminuyó un 22% en Catalunya con respecto al invierno anterior, según el censo realizado por la conselleria de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat.

En un comunicado, este departamento afirma que la población de estas aves se ha situado este invierno en 280.699 individuos, frente a los 360.781 del año pasado, lo que «confirma una tendencia a la baja iniciada, con oscilaciones, en 2008» y supone la cifra más baja de los últimos 10 años.

El departamento ha concluido que «la disminución significativa de la superficie inundada de arrozales en invierno en el Delta de l’Ebre (Tarragona) ha provocado una bajada significativa de la capacidad de acogida del principal humedal de Catalunya», y, por extensión, del papel global catalán como lugar de invernación de aves acuáticas.

En 2021 se ha registrado la cifra más baja de los últimos diez años. En este periodo, se ha producido una pérdida de efectivos en Catalunya del 3% anual, como consecuencia de los resultados en el Delta del Ebro. De este modo, en las comarcas de Tarragona y Terres de l’Ebre la tendencia en estos diez años ha consistido en un descenso del 3,75% anual.

El resto de resultados por territorios demuestra que, por encima de la media, se encuentran las comarcas de Barcelona, que presentan una tendencia a un moderado aumento del 0,75% anual respecto a la media. Las comarcas de Lleida tienen un descenso moderado del 0,48% anual y las de Girona presentan un descenso anual moderado, del 2,52%.

Las anátidas fueron el grupo más visto, con 89.343 ejemplares. De ellas, 49.651 eran  ánades reales (más de la mitad del total), 14.362 cercetas comunes y 13.783 cucharas comunes; se observaron 7.054 garcillas bueyeras y 3.188 garzas reales, así como 67.480 limícolas, con 37.713 correlimos comunes y 9.044 avefrías europeas.

Se censaron también ejemplares de especies en peligro de extinción y «asociadas a las zonas húmedas de buena calidad ambiental», como malvasías cabeciblancas, porrones pardos y avetoros comunes, informa la Generalitat.

Pese a la incidencia de la pandemia de Covid-19, se trabajó en 195 localizaciones, 20 más que en 2020, y pese al descenso del recuento se identificaron 134 especies, siete más que en 2020.

La biodiversidad en Catalunya baja un 25% respecto a 2002

Pero este no es el único indicador que demuestra una situación preocupante del medio ambiente en Catalunya.

El Informe de l’Estat de la Natura a Catalunya 2020 constata una reducción del 25% de media en la biodiversidad del territorio catalán desde 2002, y pérdidas de hasta el 54% en las poblaciones de distintas especies de animales y plantas.

Concretamente, el informe advierte de una disminución del 12% de las especies silvestres en bosques y matorrales, del 34% en ambientes agrícolas y prados, y del 54% en ríos, lagos y humedales, según destacaron los responsables de la conselleria durante su intervención en la presentación.

«Son pérdidas menores que las que hay a escala mundial, pero está claro que en Catalunya no somos ajenos a la situación de empeoramiento de la biodiversidad y que tenemos que actuar en consecuencia», destacaron los políticos responsables.

El informe, basado en datos y evidencias científicas recogidas por cientos de voluntarios y que ha contado con la participación de distintas administraciones públicas e instituciones científicas, debe ser la base «para provocar un punto de inflexión en las políticas medioambientales» en Catalunya.

Es de destacar que el informe aporta las primeras cifras oficiales sobre el deterioro ambiental que sufre Catalunya de forma amplia y profunda, lo que permite «pasar de la fotografía a la película» respecto al conocimiento del entorno natural y, en consecuencia, posibilita influir en las políticas públicas y proteger el medio ambiente con conocimiento de causa.

Un declive «progresivo y generalizado»

El informe, de más de 100 páginas, cuantifica en 33.059 las especies de plantas, peces, aves, mamíferos e insectos presentes en 680 hábitats conocidos en Catalunya y pone de relieve que, tanto las poblaciones de invertebrados como de vertebrados en Catalunya han perdido, de media, uno de cada cuatro individuos en los últimos 20 años.

«Catalunya vive un declive progresivo y generalizado de su biodiversidad», explicó Brotons, investigador del Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF) y coordinador del estudio, que responsabiliza de esta pérdida a los cambios en los usos del suelo y también al cambio climático y la llegada de especies exóticas invasoras, más de 1.200 según el informe.

El informe también advierte de la situación «desfavorable» del 70% de las especies en los sistemas litorales y marinos de Catalunya, especialmente a causa de la sobreexplotación de la pesca, las capturas accidentales de animales marinos y la masificación del litoral, la zona más poblada de Catalunya.

«La causa de fondo de esta pérdida de biodiversidad (en todos los ámbitos) es un modelo socioeconómico que intensifica la obtención de recursos en determinadas áreas y abandona otros que habían sido utilizadas de manera más sostenible», resume el informe, que también reconoce que las medidas de conservación han sido esenciales para revertir la situación negativa de algunas especies, hábitats y lugares.

Nota de prensa completa sobre las aves (en catalán):  https://territori.gencat.cat/ca/actualitat/nota-premsa/?id=419043

Informe Estat de la Natura 2020 (en catalán): https://xarxanet.org/biblioteca/estat-de-la-natura-catalunya-2020

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