En un despliegue a escala planetaria sin precedentes, organizaciones policiales de todo el mundo han arrestado a 22 personas supuestamente responsables de centenares de delitos ambientales en el medio marino. Entre otras cosas, esta operación policial ha desbaratado una red delictiva que traficaba con basura plástica desde Europa a Asia, donde tenían previsto arrojar estos residuos al medio natural. En España se han desarrollado más de 1.000 actuaciones.

Esta operación mundial contra la contaminación marina documentó 1.600 violaciones de la legislación ambiental y permitió arrestar a 22 sospechosos que transportaban ilegalmente miles de toneladas de desechos de Europa a Asia, donde era “probable” que fueran arrojados, informó este jueves la agencia Europol.

Los operativos identificaron numerosos delitos contra el medioambiente, que van desde la descarga ilegal hasta el tráfico de residuos, lo que supuso la investigación de miles de sospechosos en todo el mundo y 34.000 inspecciones en el mar y vías navegables interiores, zonas costeras y puertos.

La operación detectó 1.600 delitos de contaminación marina, otros 500 actos ilegales contra el medio ambiente cometidos en el mar, incluidos vertidos de petróleo; desguace ilegal de buques y emisiones de azufre de los buques, además de 1.000 delitos de contaminación en zonas costeras y ríos, como descargas ilegales, y 130 casos de tráfico de residuos a través de puertos, informa Efe.

Un total de 300 agencias en 67 países participaron en el operativo que duró 30 días, desde el 1 al 30 de marzo, y en el que la parte europea estuvo coordinada por Europol y Frontex, mientras que Interpol coordinó las actividades globales de la operación, tras cinco meses de recopilación y análisis de datos de inteligencias para identificar los puntos críticos y los objetivos.

Además, añade Europol, al utilizar la amplia gama de bases de datos y capacidades analíticas de Interpol, los países participantes “pudieron conectar los delitos de contaminación con otros delitos graves como el fraude, la corrupción, la evasión fiscal, el blanqueo de capitales, la piratería y la pesca ilegal”.

La pandemia también ha permitido a los delincuentes abusar de las leyes en el mar, según la agencia europea, que subraya que los criminales “se han apresurado a explotar las crecientes vulnerabilidades en diferentes áreas delictivas, incluido el delito ambiental”, después de que muchos recursos se hayan reasignado a hacer frente a la pandemia.

Entre el material implicado en estos delitos figuraban artículos desechables del covid-19, “como mascarillas y guantes, con 13 casos abiertos relacionados con desechos médicos como resultado de esta operación”, agrega Europol sobre este operativo, en el que participaron, entre otros, España, Francia, Países Bajos, Argentina, Australia, Bolivia, Ecuador y Uruguay.

Traficantes de residuos plásticos desde Europa a Asia

Además, al menos 22 sospechosos fueron arrestados por formar parte de una red criminal que traficaba con residuos plásticos entre Europa y Asia, lo que ha permitido impedir el envío ilegal de miles de toneladas de basura a territorio asiático, donde “es muy probable que los desechos hubieran sido arrojados, contaminando los suelos y generando una cantidad considerable de basura marina”.

La directora ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle, advirtió de que “la contaminación marina es una amenaza grave que pone en peligro, no solo el medio ambiente, sino también nuestra salud y, a largo plazo, nuestra economía mundial”, y lamentó que a los criminales “no les importa el medio ambiente; no piensan en el mañana, solo en aumentar sus ganancias a costa de nuestra sociedad”.

Acciones en España

En España, el operativo ‘30 días en el mar 3.0′ de Interpol, se ha centrado en inspecciones a buques así como en los vertidos ilegales al dominio público marítimo-terrestre, en especial cuando causan, o puedan causar, daños sustanciales a la calidad de las aguas, ha informado el instituto armado en una nota.

Los agentes han llevado a cabo un total de 1.170 acciones y de las inspecciones realizadas, 322 han sido a buques, 503 en puertos, 190 en tierra (empresas, estaciones depuradoras y otras instalaciones) y 144 marítimas (áreas contaminadas, lugares afectados, etc.).

Entre las actuaciones destacan las cuatro que ha desarrollado el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) en Murcia relacionadas con explotaciones agrícolas de plantas desalobradoras que vertían salmuera al Mar Menor, que han sido precintadas y suspendida su actividad por ser ilegales.

Estas empresas también captaban agua subterránea mediante estructuras no aptas, la mayoría pozos ilegales.

Las tomas de muestras dieron unos resultados elevados en nitratos, llegando a triplicar los valores máximos permitidos, por lo que se investigó si la contaminación del Mar Menor está en gran medida provocada por la contaminación de los acuíferos que se comunican con éste.

En Barcelona, el Seprona, en colaboración con las unidades del Grupo Especial a Actividades Subacuáticas (GEAS), han llevado a cabo varias inspecciones y toma de muestras de diversos vertidos al mar y espacios naturales. Las investigaciones se encuentran abiertas.

En Pontevedra se están analizando varias muestras de aguas tomadas en diferentes zonas para analizar la calidad de las mismas y la influencia sobre zonas cercanas donde se cultiva mejillón, para que los parámetros de calidad no sufran alteraciones.

La Guardia Civil advierte de que tanto las emisiones procedentes de la combustión de los combustibles que utilizan los buques, como los vertidos de aguas residuales al mar, constituyen un peligro real contra el medio ambiente.

Este año, la investigación, que en España han liderado el Seprona, el Servicio Fiscal, el Servicio Marítimo, Servicio Aéreo y el Centro de Coordinación de Vigilancia en Costas y Fronteras (CECORVIGMAR), de ha saldado con los mejores resultados a nivel mundial y con un mayor número de países implicados.

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