Una noticia de gran calado y profundo simbolismo demuestra que los combustibles fósiles han iniciado ya su declive en Europa. La compañía energética británica Drax, que estaba tramitando desde hace años un proyecto para construir la mayor central eléctrica alimentada con gas de Europa, ha anunciado que renuncia a llevarlo a cabo.

Los motivos de esta decisión, que ha causado una gran sorpresa en Reino Unido, se debe sobre todo a la pérdida de competitividad que están experimentando instalaciones como estas frente al avance de las energías renovables y las baterías eléctricas.

Se trata de una central de enormes dimensiones que iba a construirse en la planta de North Yorkshire, y tendría una potencia instalada de 3,6 Gw.  La decisión de cancelar el proyecto supondrá unas pérdidas de 13 millones de libras a la empresa, que ha visto perder en 2020 un total de 156 millones de libras esterlinas.

El proyecto levantó desde el primer momento una verdadera oleada de protestas por el impacto ambiental que causaría, y de hecho se denunciaba que incumplía las propias normativas sobre emisiones del Reino Unido. Sin embargo, los tribunales terminaron dando la razón a la empresa, por lo que, al menos en este aspecto, tenía vía libre para acometer su proyecto.

Aunque la compañía no ha explicado en detalle el motivo de su decisión, los expertos lo tienen claro: los motivos son puramente económicos. Según la opinión general, el coste de producción mediante el gas, que varían de forma importante según cuál sea el mercado, complicaba su rentabilidad a medio y largo plazo, que es cuando las energías renovables y la llegada del hidrógeno desplazarán a las fuentes fósiles.

De hecho, esto ya está sucediendo con el carbón (en proceso de total desaparición como fuente de energía en casi toda Europa, España incluida) y es de prever que lo mismo suceda, en no muchos años, con el gas.

También se planteaba que la central sirviera de apoyo para atender los picos de demanda de energía eléctrica. Pero el imparable crecimiento y el continuo descenso de precios de los parques de baterías hacen que tampoco parezca viable económicamente ese uso para el gas.

Algunos analistas, como Dan Eager, de Wood Mackenzie Europa, explican la causa del hundimiento de Drax: “Estamos en un mercado donde se han cerrado subastas con un coste de 16 libras por kilovatio de capacidad disponible cada año, como el logrado por la central eléctrica de gas Keadby 2, en construcción, que ha logrado cerrar un acuerdo de 15 años por 803,7 Mw. Es una instalación que se diferencia de la de Drax en que ha apostado por la captura de carbono y el uso de hidrógeno, gracias a sus turbinas Siemens. Frente a esto, Drax habría solicitado un precio de entre 25 y 35 libras por Kw, lo que le deja fuera del mercado”.

Los expertos consideran que cualquier inversión que se cierre ahora en el sector debería estar activa durante al menos 30 o 40 años, que es el periodo de tiempo en que las energías renovables terminarán imponiéndose y permitirán reducir los costes energéticos de forma drástica.

A todo ello hay que añadir que para 2050 Europa se ha comprometido a cesar en sus emisiones a la atmósfera (neutralidad energética), lo cual obligará por sí solo a aplicar otras formas de producir energía que no se basen en hidrocarburos.

Según ha informado The Guardian, las malas noticias para el sector se completan con las previsiones lanzadas por Eurogas, que indican que para el año 2050 el uso del caso caerá un 35% en Europa en todos los sectores.

Artículos de referencia:

https://www.theguardian.com/business/2021/feb/25/drax-scraps-plan-yorkshire-gas-plant-climate-protests

https://forococheselectricos.com/2021/03/mayor-planta-de-gas-de-europa-de-cancela.html

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