Entrevista a Manuel Jiménez Ucero

"La naranja, entera; nunca en zumo, que engorda"

"Es más sano el jamón serrano, el ibérico está muy bueno pero viene de un cerdo enfermo y con colesterol"

ISABEL BUGALLAL

Proporcionar al cuerpo solo la dosis de proteínas indispensable. Esa es la clave de la dieta Flash de Manuel Jiménez Ucero, que permite adelgazar hasta diez kilos en solo un mes. El nutricionista catalán, que dirige el Grupo Policlínico en Barcelona y se muestra alarmado por el nivel de obesidad en España, explica su método en La dieta Flash. La última dieta (Planeta).

—¿Dieta Flash?

—Los editores, que siempre buscan la proyección comercial. Denota la rapidez y la eficiencia de la dieta proteinada.

—¿Es sano adelgazar con rapidez?

—Siempre que sea con el control de un profesional. Uno de mis mayores reproches a la dieta Dukan es que se haga por el libro y sin su supervisión. En este caso, no hace falta que esté yo porque en España hay ya más de 1.500 médicos practicando dietas proteinadas y casi cien mil personas siguiéndolas.

—¿Están de moda?

—Hay que diferenciar entre dietas hiperproteicas. La del doctor Dukan, que es una hija ilegítima de la dieta Atkins, de hace 25 años, se basa en un exceso de productos proteinados, lo cual puede llegar a generar serios problemas. En nuestras dietas damos la dosis justa de proteínas que el cuerpo necesita. En la fase más estricta de la dieta Flash, damos cinco productos cada uno de los cuales lleva veinte gramos de proteínas; en total, cien gramos diarios. Eso sí, muy poco azúcar, un 5%, que representa 50 gramos, y un 2% de grasa, que es poquísimo.

—¿Es una dieta para obesos o para perder unos kilos de más?

—Es una dieta profesional, no es una dieta de moda. Para perder dos, tres o cinco kilos y estar bien en bikini se puede hacer cualquier tipo de dieta.

—¿Resultados?

—Fantásticos. Permite adelgazar en un mes unos diez kilos a un hombre y entre seis y ocho kilos a una mujer, en mes y medio. Pilar, el caso más espectacular que he tenido este año, perdió 46 kilos en diez meses y medio.

—¿Riesgo de efecto rebote?

—Cuando se le roba de todo al cuerpo en una dieta, con toda justicia, al parar el régimen, el cuerpo rebota porque quiere recuperar lo que le corresponde. Al provocar un estado metabólico no rebotará porque perdió lo que le sobraba.

—¿Con sus famosos sobres?

—Hay más de 400 productos para la dieta proteinada y solo unos 40 son sobres. El resto son yogures, flanes, magdalenas, pastelitos con la proporción adecuada de proteínas, azúcares y grasas.

—¿La dieta sale por un riñón?

—En la fase más estricta, unos cien euros por semana. Para bajar diez kilos hay que estar cuatro semanas, lo que hace 400 euros. Pero habría que descontar todo lo que no se gasta en esas semanas ni en pescado, ni en carne, ni en leche, ni en huevos, ni en pan... nada que no sea verdurita verde y los cinco productos. O sea que se reduce a la mitad.

—Reclame al nuevo Gobierno.

—Que en lugar de Educación para la Ciudadanía, que no sirve para nada, ponga una asignatura de educación nutricional. Si no se enseña a comer desde la edad infantil estamos perdidos.

—¿La crisis engorda?

—La crisis engorda porque invita a la comida basura, barata, llena de hidratos de carbono y grasa.

—¿El jamón ibérico?

—Mejor, el serrano. El ibérico está muy bueno pero viene de un cerdo enfermo, engrasado y con colesterol.

—¿El alcohol, ni probarlo?

—Una comida con alcohol engorda el doble que una comida sin él.

—¿El chocolate?

—Si no es negro, tiene muchos carbohidratos. El negro tiene antioxidantes y ayuda a conciliar el sueño, como la leche materna.

—¿Una alimentación correcta?

—Comer cinco veces al día, como hacían los campesinos del siglo pasado. Estamos sometidos a un estrés y segregamos mucha insulina que se convierte en grasa y va directa a las cartucheras o a la barriga. El postre, mejor tomarlo a media mañana o a media tarde.

—¿La fruta, en ayunas?

—O a media mañana, o por la tarde, pero no tras una comilona.

—¿Naranja de noche?

—Sí, pero nunca en zumo. Los zumos son como inyectarte azúcar en vena, estimulan mucho la insulina y engordan. La naranja entera se procesa mucho más despacio y no provoca la subida de la insulina, que es la clave.

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