Algunos de ustedes ya saben que el Tribunal Supremo ha ilegalizado el plan del edificio del casco antiguo de Palma donde tiene un piso millonario Mio Cid Bauzá. La reacción fulgurante del PP de Cort, nada más recibir notificación de la sentencia, consistió en anunciar la legalización de la casa del president, modificando el Plan General o lo que sea menester. La encomiable diligencia municipal contrasta con la pasividad manifiesta del ayuntamiento, en casos semejantes y en todo lo concerniente al urbanismo ilegal.

Aunque Bauzá pagó en proporción más que James Matas por su nido en el epicentro de Palma, exageraríamos al calificar de palacete un inmueble de 130 metros, por mucho que se encuentre en la plaza Llorenç Villalonga. Hablaremos simplemente de pisito, el más caro del mundo entre los de su especie y ahora en situación absolutamente irregular si el PP no lo remedia, así en Cort como en el Consell Inmobiliario. En labios de un vecino del president, "estamos seguros de que todo se arreglará porque hay propietarios mallorquines. Si sólo fuéramos alemanes y suecos, estaríamos mucho más preocupados".

Para explicar el sobreprecio del pisito millonario, Bauzá compró en "la zona más cara de España". La rotunda clasificación corresponde a Tasamadrid, empresa perteneciente a Cajamadrid y dedicada a la tasación y valoración de inmuebles. El informe que consagraba a Dalt Murada –dominada por los tres bloques del edificio del president–, la colocaba por encima de la Castellana y el Retiro madrileños, o del barcelonés Paseo de Gracia.

El estudio de Cajamadrid se publica en junio de 2007. Bauzá compra su pisito millonario en diciembre del mismo año, un joven farmacéutico de 36 años recién cumplidos y una botica no heredada que puede permitirse una segunda residencia –habita una vivienda unifamiliar de Marratxí– en el edificio más caro de España. Cabrá concluir que la asfixia económica denunciada por los farmacéuticos no afecta por igual a todo el colectivo.

Cajamadrid valoró la zona ocupada por el edificio irregular que Cort legalizará entre diez y quince mil euros el metro cuadrado. El pisito de Bauzá oscilaría con este patrón entre 1,3 y dos millones de euros –entre doscientos y trescientos millones de pesetas–. Se situaría en el margen inferior de la horquilla, al tratarse de una segunda planta cuyo principal patrimonio son las "amplias vistas al mar y al puerto". La tasadora se guiaba por este criterio para ensalzar Dalt Murada. Cabe recordar que las espléndidas panorámicas del president van en detrimento de las "vistas" que puede disfrutar el resto de palmesanos, en cuya defensa ha acudido el Supremo.

Bauzá compra su pisito millonario el mismo 2007 en que el Tribunal Superior de Balears, siempre aquiescente, había dictado una primera sentencia tranquilizadora sobre el edificio, a favor del ayuntamiento de Catalina Cirer. La mayoría de convecinos del president lo ignoraban todo del pleito sobre un proyecto viciado de partida, al hallarse restos arqueológicos en el solar. Se enteraron por este diario de la sentencia del Supremo, que coincide con las elecciones autonómicas de este año.

Aunque ahora simule sorpresa, Bauzá supo de inmediato que la sentencia del Supremo no sólo suponía un contratiempo para sus intereses económicos, sino también para su imagen presidencial. Así lo comentó a algún vecino, con la muletilla de que "yo puedo justificarlo con los ingresos de mi farmacia". Extraña avidez autoexculpatoria.

Bauzá indicó su intención de alquilar el pisito millonario, pero sentía reparos de sacarlo al mercado inmobiliario. Se le ha visto recientemente por la casa. Resulta de nuevo conmovedor el paralelismo con Matas. Primero, compran una lujosa vivienda en las zonas más caras de España. Cuando se difunden las noticias sobre la extraordinaria gestión de su patrimonio privado, se visten de sayal y más parecería que han adquirido una vivienda de protección oficial. Repase la lista de vecinos del president, nadie compra en Dalt Murada para presumir de pobre. Por cierto, los aspirantes a codearse con la élite pueden dirigirse al convento adyacente que rehabilita el promotor presidencial.

Bauzá se considera hoy una "víctima". En efecto, como todos los propietarios de edificios ilegales, aunque sería más correcto afirmar que la verdadera lesionada es la ciudad, desfigurada de nuevo sin respeto por la ley. En cuanto al president, procede imaginar la zozobra de un humilde ciudadano que se juega una inversión millonaria, aunque esté seguro de la legalización. Dicho de otra forma, ¿compraría hoy Bauzá su pisito millonario? Esperemos que la ansiedad no repercuta en su impecable tarea.

Ante la imposibilidad de desmentir la información "Cort legalizará un edificio de lujo irregular donde Bauzá tiene un piso", el president usa su facebook en horario laboral –en las mismas fechas en que es incapaz de presentar los Presupuestos "en tiempo y forma"– para replicar a su seguro servidor. Cuánto honor. Discute la duración de la hipoteca, publicada con exactitud en el documento que ilustraba la página, y niega que el coche de alta gama en que se desplazó al inmueble fuera un Porsche. De hecho, conduce un BMW de alta gama. La marca del vehículo del comprador de un pisito millonario es un detalle capital, que el Supremo debió tomar en consideración y que Cort tendrá muy en cuenta para legalizar el edificio irregular del president.

Reflexión dominical divina: "Dios es una palabra".