Jaume Font Barceló (Sa Pobla, 1961) predica la buena nueva de la Lliga Regionalista Balear, que ha fundado después de abandonar todos sus cargos en el PP. Tras una condena de inhabilitación del Supremo, fue doce años alcalde de Sa Pobla, senador en Madrid, presidente de los populares mallorquines y conseller de Medio Ambiente en el último Govern de Matas

–Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Esta es su despedida?"

–Al revés, la entrevista demostrará que estamos preparados para ir a las elecciones. He ganado en libertad, aunque puedo admitir que me haya equivocado al salir del PP, y que me venga grande lo que intento.

–Ahora le cuesta más conseguir entrevistas.

–De momento, no, hasta usted me hace una. Sé que de-sapareceremos del centro de atención, y que los partidos poderosos nos dificultarán el acceso a los espacios.

–Mostró sus cartas, y no tiene ninguna.

–No voy a presumir pero el tres de febrero tenía 1221 teléfonos registrados en mi móvil, y quinientas personas nuevas me han llamado desde entonces. Confieso que ninguna me ha ofrecido mil euros para el partido.

–El imputado Camps ha tenido más suerte que usted.

–A Camps se le han aplicado los estatutos de un partido estatal con régimen disciplinario único. Conmigo se adoptó una medida injusta, pero no fue la circunstancia decisiva para mi salida.

–Su crimen es haber sido conseller de Matas.

–Desde la cúpula del partido donde militaba me dijeron que "todos los que habéis estado con Matas, tenéis que marcharos". Me indigné y le dije a mi interlocutor que se equivocaba.

–¿Por qué rehúye nombrar explícitamente al PP?

–Al contrario, me equivoco a menudo. En la entrevista con Neus Albis en Televisió de Mallorca, hablé del PP en vez de la Lliga, y lo mismo me sucedió ayer en una reunión. Los populares defendieron un día la defensa de la singularidad balear frente a Madrid, ya no.

–Si hubiera sido proclamado candidato, Bauzá le parecería un fenómeno.

–Mucha gente me pregunta si todo se debe a un cargo. Dejé el escaño sin tener otra nómina, me he visto abocado a hacerlo y no sólo por la imputación. Tampoco me han echado. Cuando le comuniqué mi partida a Bauzá, me contestó "Jaume, tendríamos que volver a hablar". Quizás él tiene razón.

–Bauzá es una mejoría respecto de Matas.

–Tendrá que demostrarlo. Le deseo suerte, y no envenenada, pero el partido estaba mejor gestionado antes.

–¿Cuántas veces le mintió Bauzá?

–Hace un año me propuso por dos veces y delante de testigos que encabezara la lista al Consell. No le acuso de mentiroso, sino de falta de compromiso a la palabra dada. Me comunicó que no sería candidato mediante una entrevista a este diario, algo que no se hace. Ignoro si le obligaron a cambiar. He intentado averiguarlo, pero no soy rencoroso. No vale la pena.

–Usted se acobardó y votó a Bauzá en el congreso.

–Antes de hacerlo nos reunimos, y dejamos claras cuestiones como la unidad de la lengua, que nunca antes había sido un problema. Además, si se hubieran presentado Pastor o Rotger, no sólo hubiera cambiado de voto yo, sino mucha otra gente. Bauzá fue hábil.

–Una condena del Supremo por delito electoral le deja a usted sin coartada.

–Fui inhabilitado por ocho meses. ¿Debería estar fuera de la política por algo ocurrido hace 24 años, cuando yo tenía 25? Nunca lo había dicho antes pero, cuando me seguían echando en cara la condena del Supremo, me planteé si en 1991 debí abandonar la política, en lugar de presentarme a alcalde. Asumí esa carga.

–¿Font (Jaume) contra Fons (Cañellas)?

–Me cuentan que Gabriel Cañellas está muy contento de apoyar a Bauzá. Un cargo relevante del PP, que quería salirse del partido para venir con nosotros, recibió una llamada del expresident. Me parece legítimo, pero no que utilicemos el discurso regionalista, sino que lo seamos.

–¿Los Nigorra han intentado disuadirle?

–No. Ha habido empresarios relevantes que me sondeaban para saber si estaba convencido. Otros me aconsejaban que "esto lo hemos de hacer después de las elecciones", lo cual carece de sentido. No se cruza el océano sin ilusión ni miedo.

–¿Melià es tan vago como dicen?

–Es más trabajador de lo que usted me pinta. No hubo acuerdo porque UM buscaba una coalición o la creación de un tercer partido y, sobre todo, porque yo soy regionalista y no nacionalista. No busco una nueva nación aunque respeto a quienes lo hacen.

–¿Bauzá se desprende de todos los regionalistas?

–Al revés, ahora se tiñe para demostrar que los regionalistas no se han ido del PP, pero no es tan fácil pasar por rubio. Hablé con Antoni Pastor cuando estuvo a punto de marcharse, pero al final le convencieron. La actitud de Pere Rotger me duele tras tantas complicidades, pero no me enfado.

–¿Sabía qué era la Lliga, antes de reinventarla?

–Conocía un poco la Lliga de Cambó. Mi idea es ligar las cuatro islas, porque los mallorquines somos tan centralistas o más que los madrileños.