El político catalán, ex presidente de la comunidad y ex alcalde de Barcelona, repasa sus vivencias tras diagnosticársele Alzheimer, su lucha por lograr que esta enfermedad tenga cura, y comenta con humor que es difícil que se pierda, aunque quiera, porque es muy conocido.

-En el documental Bicicleta, cuchara y manzana aborda su enfermedad con entereza y naturalidad. ¿Cómo reaccionó cuando le comunicaron que padecía Alzheimer?

-Te encuentras igual el día antes que el día después, pero cuando te comunican que la padeces te anuncian un futuro malo, y eso siempre es deprimente. La afronté como pude; pero gracias a mi mujer, Diana, que me es de gran ayuda y se ha volcado. Hago todo lo que puedo y lucho contra el azheimer, para que en el futuro no les ocurra esto a mis nietos.

-Suele decir que es una enfermedad vinculada a la política.

-Sí, la enfermedad la han padecido también Ronald Reagan, Solé Tura y Adolfo Suárez, cuatro políticos. Quizá tenga que ver con el estrés, aunque tampoco podemos afirmar que sea un porcentaje significativo el que lo padezcamos varios políticos.

-¿Cuáles son las armas para ganar la batalla a la enfermedad?

-La investigación, hacer el seguimiento de los casos desde chiquitos de miles de personas para descubrir qué concomitancias hay entre las determinadas características de las personas, neuronales y físicas. Con las muestras de estos estudios se podría entonces conocer cómo se va desarrollando y a qué tipo de personas afecta. Si yo hubiera nacido hace cien años, habría estado hecho probablemente un guiñapo, un pelele; pero ahora hay formas de atender a los enfermos de azheimer y atenuar la enfermedad.

-¿Cómo es su día a día?

-Me mantengo activo y no tengo tiempo para caer en la depresión. Es difícil que me pierda, aunque algunas veces he tenido ganas de hacerlo; pero no hay ni tiempo ni lugar.

-Es interesante potenciar el aspecto deportivo y participar en actividades diarias.

-Yo voy mucho al fútbol y tengo la suerte de que por haber sido presidente me dan una buena entrada para ver al Barça y también juego al ping-pong todos los miércoles con un chico de Hospitalet que fue campeón de España. Nos reunimos por parejas y la que pierde paga la cena. También me encanta el cine, y los lunes, en la oficina, vemos películas en DVD y hacemos un pica pica. Me gusta mucho Woody Allen, películas italianas que veo en versión original con subtítulos. En la oficina tenemos muchas actividades y siempre estoy ocupado.

-¿Qué es lo que le preocupa más del Alzheimer?

-Que aún no se cura y que queda mucho camino para combatirlo. También esa correlación que parece haber entre longevidad y demencia senil y otras enfermedades. Esto supone una carga para la familia del enfermo, pero también para el resto de la sociedad y el Estado.

-¿Se preocupan las administraciones?

-Con la crisis, las administraciones se están apretando el cinturón y no hay dinero para investigación. Espero que esta crisis acabe pronto y se puedan dedicar más fondos a la investigación. En España existen dos fundaciones.

-¿Qué le parece la remodelación del Gobierno?

-Creo que está en la buena línea, pero lo tiene muy difícil. La elección de Marcelino Iglesias es muy buena, un chico extraordinario, y la de Ramón Jáuregui también, una excelente persona. Lo que no entiendo mucho es lo de Moratinos.

-¿Y las elecciones catalanas?

-Mal para el PSC, lo veo difícil. Aunque la verdad es que Montilla es muy hábil y ha reaccionado con mucha habilidad, porque ha hecho una lista nueva, sorprendente. Ha puesto a su rival en las primarias como número dos y a un crítico como mi hermano Ernesto, en un lugar preeminente en la lista.