-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Es más europeo que catalán?"

-Soy catalán, español, europeo y cada vez más ciudadano del mundo, sin gradaciones. Las identidades son sagradas, los identitarismos son la fuente de todos los conflictos. Cada alma en su almario.

-¿Reniega de Blair como presidente europeo porque prefiere a Aznar?

-Toni Blair ha hecho cosas que me han disgustado, como asistir a la boda esperpéntica de la hija de Aznar, veranear en Costa Esmeralda con Silvio Berlusconi o fotografiarse en las Azores. No ha estado a la altura de las circunstancias ni como gentleman pero, si él lo tiene difícil, Aznar todavía más. El centroderecha preferirá un perfil a lo Angela Merkel.

-¿Cataluña es una nación en Europa?

-Naturalmente, y por suerte sin Estado, lo cual tiene más ventajas que inconvenientes.

-¿Balears es tanto como Cataluña?

-Si nos preguntamos dónde nos quedaríamos en un tour del Mediterráneo, yo respondería que en Cataluña, y usted que en Mallorca. Todas las personas y pueblos son iguales.

-¿Sabe por qué Balears paga dinero a Euskadi, que es más rica que Balears?

-El concierto vasco, que nadie discute, es una de las anomalías de nuestra peculiar transición.

-¿Quiere más a papá PSOE o a mamá PSC?

-No he cometido la tontería de escoger entre las dos partes de una vinculación fecunda. El PSC preside la Generalitat, gobierna al 80 por ciento de los catalanes en los ayuntamientos y aporta ministros a Madrid.

-Si hace veinte años le hubieran vaticinado que Cataluña tendría un president cordobés, se hubiera reído.

-Al contrario, Montilla estaba en nuestro proyecto. Desde el primer día, manifestamos que "somos y seremos un solo pueblo". Y añadíamos que "la lengua no nos dividirá".

-¿Montilla sintoniza con Cataluña?

-Un antiguo dirigente socialista me preguntaba "cómo ve Cataluña al presidente Montilla". Le respondí que "Cataluña se ve en el presidente Montilla".

-¿Es usted de Obama o de Clinton?

-De Obama, un tipo sólido y carismático. Gane él o Mc Cain, Europa saldrá ganando.

-A usted le faltó ese carisma de Obama para presidir la Generalitat.

-Me faltó la evolución de los tiempos políticos, porque mis resultados eran equiparables a los obtenidos por Maragall y Montilla.

-Se negó usted a sacrificarlo todo a las exigencias del carisma.

-No quise, quiero ni querré sacrificarlo todo a la imagen. La política se basa en argumentos y propuestas, no en los estereotipos y en faltarle al respeto a la ciudadanía. Estoy contra el eslogan fácil, la publicidad dentífrica y los golpecitos en la espalda.

-¿Estaba usted preparado para no ser presidente de Cataluña?

-Totalmente, soy un hombre feliz que se siente privilegiado. Disfruto haciendo política, una dimensión fundamental del ser humano. Algún día se verán obligados a explicarse quienes no se han dedicado a ella, o presumen de que no les interesa.

-¿Ahora resulta que Rajoy rompe España más que Zapatero?

-Rajoy parece un infiltrado en la izquierda. Ahora quiere pactos con los nacionalistas o presume de centrismo. No te puedes fiar de nadie.

-¿En la Eurocámara le preguntan por qué España es el único país europeo con un poderoso terrorismo interior?

-Me preguntan más a menudo cómo conseguimos ganar elecciones, en una Europa dominada por la derecha. La crisis traerá más gobiernos de izquierda, porque las fórmulas neoliberales no funcionan.

-¿Están preparando en Bruselas una ´fortaleza Europa´ contra la inmigración?

-El riesgo radica en el nerviosismo, al afrontar un asunto que requiere serenidad y sangre fría. Italia y Holanda han sido reactivas, en lugar de atemperadas.

-La población aprueba la dureza contra la inmigración ilegal.

-Así parece en Italia, en España hay una actitud más madura. Los sectores perjudicados son los más humildes, por lo que se han de combinar la solidaridad y el pulso firme. Nada de "aquí cabe todo el mundo", o "cuantos más seamos, más reiremos".

-¿Fueron ustedes injustos con Maragall?

-No, ¿por qué? Impulsó un Estatut de Catalunya que ojalá no toque el Tribunal Constitucional, porque plantearía una situación peliaguda.

-¿Europa limita con Turquía?

-Muchos europeos creen que Turquía no es Europa, pero muchos turcos se creen Europa. Yo no hubiera sido partidario de entablar negociaciones pero, una vez abiertas, no se les puede dar un portazo.

-¿Le espera un puesto en el consejo de Telefónica?

-En absoluto. La confusión de negocios y política me provoca un enorme repelús.