La verdadera identidad de Shakespeare

Dudas sobre un supuesto retrato aumentan el misterio en torno a la vida del dramaturgo inglés

dpa. Londres.

Primero fue un libro sobre el escritor más famoso de Inglaterra, William Shakespeare, el que encendió el debate, ahora es un retrato el que genera todo tipo de especulaciones: a casi 400 años de la muerte del autor de Mucho ruido y pocas nueces, varios misterios rodean su biografía.

El dramaturgo Shakespeare (1564-1616) no fue descrito en vida jamás con manuscritos bajo el brazo. Sus retratos más famosos surgieron después de su muerte. Ante este panorama, un libro presentó hace poco a un contemporáneo, el diplomático Sir Henry Neville, como el "verdadero" autor de los textos. Los expertos en arte creen que el retrato conocido como Grafton Portrait no muestra al genio, sino a un desconocido.

Ambos debates tienen algo en común: se trata de la pregunta de cuán culto y pudiente era el verdadero escritor de Statford en sus tiempos, ya que sólo bajo determinadas condiciones, las comedias y dramas reales y los retratos se pueden encuadrar en lo que hay de documentado sobre su vida.

Neville es sólo uno de los varios nombres a los que se atribuye sus obras: desde el siglo XVII hubo varios intentos por demostrar que, como hijo de un zapatero, no pudo haber escrito versos tan grandiosos con su escasa formación. Circularon los nombres de varios nobles, de un grupo liderado por Christopher Marlowe y hasta el de la reina Isabel I como posibles autores.

En el marco de esta teoría se encuadra la hipótesis del renombrado historiador William Rubinstein publicada en The Truth Will Out: Unmasking the Real Shakespeare (La verdad saldrá a la luz: desenmascarando al verdadero Shakespeare). Junto a la coautora Brenda James, afirma que la formación y la biografía de Neville están en perfecta armonía con la sucesión de las obras. "Cuando se trata de asociar a Shakespeare con las obras, no hay nada", dijo Rubinstein.

Muchos otros historiadores lo contradijeron: "No hay ningún indicio para sospechar que haya escrito las obras cualquier persona que no sea William de Stratford", dijo el profesor de literatura Jonathan Bate. Para él, Neville no tuvo los conocimientos sobre Stratford ni el conocimiento sobre el oficio del zapatero que entran en juego en las obras.

En cuanto al retrato, se trata se establecer si el dramaturgo tenía a los 24 años dinero suficiente para pagar las ropas con las que aparece vestido en el retrato Grafton. Los expertos en arte de la National Portrait Gallery en Londres lo negaron. A partir de ahí concluyeron que el hombre vestido de seda o satén no podía ser Shakespeare. Sin embargo, no negaron que el retrato sea del año 1588 y que lleva la edad de él, ´24´, y las iniciales ´W+S´.

El biógrafo de Shakespeare Peter Ackroyd criticó rápidamente los análisis como "altamente dudosos". En su obra de más de 500 páginas del año anterior, comprobó que el autor había escrito con cierto éxito obras hacia 1588 y que no era del todo desconocido.

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