-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Está ganando sus batallas?"

-Cuando luchas por la libertad, el resultado no se conoce hasta el final y depende de quienes lean esto. Por tanto, la pregunta es un menosprecio a tus lectores y un prejuicio antidemocrático, como si ellos fueran impotentes y no tuvieran opinión al respecto. ¿Por qué no utilizas una grabadora?

-No la necesité con la Thatcher ni con Chomsky, y ninguna reproducción es perfecta. Usted sería incapaz de repetir las mismas palabras de aquí a una semana.

-La reproducción digital, en cuanto secuencia de bits, es perfecta, y el escepticismo universal que destila tu discurso es venenoso. Con ideas así se socava la acción efectiva.

-Así que un 'hacker' no es un 'hacker'.

-Los periodistas malinterpretaron la palabra en los años ochenta. En el Massachusetts Institute of Technology -MIT-, yo formaba parte de un grupo de programadores, y disfrutábamos expresando nuestra inteligencia con alegría. Este espíritu juguetón y divertido caracteriza al hacker, y no está ligado específicamente a los ordenadores.

-Se puede generalizar.

-Puedes ser un hacker en cualquier campo. Intentando comer platos chinos con tres palillos, por ejemplo. Sirve cualquier actividad que combine el esfuerzo y la esterilidad. La pieza musical de John Cage 4'33" -donde ese tiempo transcurre en absoluto silencio- tiene valor de hack. Romper los sistemas de seguridad de una empresa u organización, también.

-¿Bush ha de ser juzgado?

-Parece un claro culpable de crímenes de guerra, pero yo le concedería el juicio justo que él niega a sus enemigos. Se le pueden imputar los mismos cargos que a los líderes nazis en Nuremberg.

-Piratería es el otro nombre de Internet.

-Sí, atacar barcos es muy malo, pero de momento no puedes hacerlo con ordenadores, Si te refieres a las obras de creación, deberían ser copiadas y distribuidas libremente, sin intereses comerciales.

-O sea, que trabajo gratis.

-Te pagan un sueldo. Debe difundirse gratuitamente toda obra que no sea práctica. En cuanto a éstas, debe existir la libertad de modificarlas arbitrariamente y distribuirlas.

-Usted compara el juego con el 'software' a las variaciones en una receta culinaria. Si quito la sal a un plato, ¿he 'creado'?

-El cambio puede ser tan pequeño como desees, incluso no existir, en un trabajo práctico.

-Su definición de 'práctico' es endeble.

-La música es arte, la cocina es práctica aunque el resultado sea artístico.

-Ahora yo le planteo la obligatoria pregunta sobre Microsoft, y usted me da su respuesta obligatoria, "de eso no hablo".

-¿Por qué no? Es una equivocación concentrar nuestras críticas en Microsoft, por el hecho de que sea la mayor compañía de software. A qué viene exculpar a sus rivales, sólo porque fueron incapaces de esclavizar a un gran número de usuarios.

-El problema está en el monopolio.

-El problema no es el monopolio. Se nos plantea una elección de amos, y eso no es libertad. Todos ellos están de más, en el nuevo continente que hemos construido en el ciberespacio. Al ser virtual, tiene cabida y libertad para todos -no hay continente, por contradecir lo anterior-. En el mundo antiguo, todos tienen un señor. En el nuestro, no.

-Si la democracia corre peligro en Estados Unidos, ¿qué pasará con el resto del mundo?

-La Unión Soviética está renaciendo en Estados Unidos. El proceso a Sadam se parece a una farsa judicial de la URSS. No defenderé al ex presidente iraquí, pero no olvidemos quiénes lo mantuvieron, Rumsfeld y la CIA.

-Insisto, ¿qué será del resto del planeta?

-Me asusta el futuro planetario. Por el efecto invernadero, Boston estará bajo las aguas en veinte años. Debieran ustedes construir un dique a la entrada del Mediterráneo.

-¿Qué le hizo el 11-S a su país?

-Proporcionó una excusa para atacar nuestra libertad. Dos horas después de enterarme de la noticia, supe cuál sería la siguiente víctima.

-¿La sociedad de la información ha creado grandes ególatras, o ya eran ególatras antes?

-Es comprensible, son los héroes o conquistadores de la era actual, como ocurrió hace un siglo con los robber barons o magnates norteamericanos. Nada ha cambiado.

-Es usted ateo, ¿no teme a la muerte?

-Sí, pero no puedo evitarla aunque no la temiera. Creyendo en la vida eterna no consigues que exista, del mismo modo que no habrá una bella mujer esperándome en mi habitación, por intensamente que lo desee. Los hechos pueden ser desagradables, pero prefiero afrontarlos a mentirme a mí mismo. Por eso, no te digo "adiós", sino "a ningún dios".