Ecología

Los hongos hablan entre ellos después de la lluvia

Aumentan el intercambio de señales eléctricas cercanas al habla humana

Hongos en el campo con un electrodo unido a la parte superior e inferior.

Hongos en el campo con un electrodo unido a la parte superior e inferior. / Yu Fukasawa.

Redacción T21

Los hongos intercambian señales eléctricas entre ellos después de la lluvia, en una aparente comunicación nerviosa cercana al habla humana y para comentar la temperatura y la humedad.

Investigadores de la Universidad de Tohoku en Japón han descubierto que los hongos intercambian señales eléctricas entre ellos después de la lluvia, un comportamiento que podría representar una forma de comunicación nerviosa, explican en un artículo publicado en la revista Fungal Ecology.

La estructura de esta comunicación, sorprendentemente cercana a la de las señales eléctricas que traducen el habla humana, sugiere que se trata de una forma de lenguaje que expresa las condiciones ambientales, en particular la temperatura y la humedad, destacan los autores de esta investigación.

Aunque esta constatación puede llevar a pensar que las variaciones e intercambios de actividades eléctricas observadas por los investigadores están relacionadas con una forma de "conversación" entre los hongos, los autores de este trabajo advierten de la necesidad de realizar más estudios para confirmar esta conclusión.

Papel crítico

La Universidad de Tohoku explica en un comunicado que ciertos hongos juegan un papel crítico en el sustento ecológico de los árboles forestales.

Pone como ejemplo a los hongos ectomicorrízicos, que se encuentran generalmente en pinos, robles y abedules: forman una vaina alrededor del exterior de las raíces de los árboles, y su cuerpo micelial se desarrolla en vastas redes subterráneas que absorben nutrientes vitales del suelo y los transfieren a los árboles.

Los científicos han estado estudiando desde hace tiempo la posibilidad de transferencia de señales eléctricas entre hongos y árboles a través de las redes de micelio.

Se cree que los hongos generan señales eléctricas en respuesta a estímulos externos y usan estas señales para comunicarse entre sí, coordinando el crecimiento y otros comportamientos. Incluso se ha planteado la hipótesis de que estas señales pueden usarse para ayudar a transferir nutrientes a plantas y árboles.

Dudas científicas

Aun así, la evidencia científica actual sigue siendo escasa. Recientemente, la hipótesis de que los árboles se comunican entre sí a través de una especie de internet forestal, formulada en 1997 y que inspiró la película Avatar, ha sido cuestionada por otro estudio al considerar que le falta consistencia científica.

Después de 25 años, los datos recopilados sobre las relaciones entre árboles y hongos para verificar un sistema de comunicación vegetal resultan ser mucho más escasos de lo que sugiere la popularidad de la hipótesis, según los autores de este estudio, publicado el mes pasado en la revista Nature.

El nuevo estudio refuerza la idea de este diálogo entre, aunque tampoco puede considerarse concluyente.

El estudio se ha centrado en los citados hongos ectomicorrízicos de color canela, más concretamente los conocidos como Laccaria bicolor.

Al colocar electrodos en seis de estos hongos que formaban parte de un grupo, los investigadores descubrieron que las señales eléctricas (actividades bioeléctricas extracelulares) de todos ellos aumentaban después de la lluvia.

¿Has visto?

Parece que el chaparrón estimula la conversación entre los hongos, de la misma forma que a nivel humano, cuando presenciamos algo sorprendente, lo comunicamos espontáneamente a los demás: “¿has visto?”, preguntamos a la persona que está al lado.

"Al principio, los hongos exhibieron menos potencial eléctrico y lo atribuimos a la falta de precipitaciones", dice el director de esta investigación, Yu Fukasawa. "Sin embargo, el potencial eléctrico comenzó a fluctuar después de la lluvia, a veces superando los 100 mV", añade.

Fukasawa relaciona esta fluctuación con la precipitación y la temperatura, y el análisis de causalidad reveló que el potencial eléctrico posterior a la lluvia mostró un aumento de señales entre los hongos.

Este aumento fue particularmente fuerte entre hongos espacialmente cercanos y se constató una direccionalidad patente: parece claro que estas señales tenían un destinatario pretendido y que se buscaba la interlocución con otros hongos, que a su vez reaccionan a estos estímulos.

Referencia

Electrical potentials in the ectomycorrhizal fungus Laccaria bicolor after a rainfall event. Yu Fukasawa et al. Fungal Ecology, Volume 63, June 2023, 101229. DOI:https://doi.org/10.1016/j.funeco.2023.101229