Rebelión científica

La ciencia está siendo perseguida en todo el mundo por su activismo climático

Da la batalla en las calles ante la ignorancia de las advertencias que hace sobre la emergencia planetaria

Protesta científica el 10 de mayo ante el Zurich Credit Suisse-

Protesta científica el 10 de mayo ante el Zurich Credit Suisse- / Scientist Rebellion.

ALEJANDRO SACRISTÁN (Enviado Especial)

Científicos de más de 20 países, reconocidos especialistas en las ciencias de la Tierra, han desarrollado la semana pasada más una treintena de acciones en diferentes países que se han saldado con más de 20 detenciones, a las que se suman la decena de encausados en España. Denuncian que la ciencia está siendo perseguida por advertir que el cambio climático ya ha entrado en una fase de incremento exponencial, mientras en el planeta ya no hay un lugar donde esconderse de la catástrofe que se avecina.

 ALEJANDRO SACRISTÁN (ENVIADO ESPECIAL)

Los gobiernos que ignoran las sombrías advertencias del IPCC sobre la crisis climática llevan a científicos y académicos a las calles en más de 20 países. Consecuencia inmediata: arrestos en 5 países. Es la criminalización del activismo científico, de las advertencias que hace la ciencia sobre la emergencia climática.

El movimiento de científicos activistas Scientist Rebellion ha promovido la acción directa pacífica frente a la crisis climática en diferentes países. Un panel internacional de científicas y científicos expertos en cambio climático y su impacto socioeconómico se ha reunido en un seminario web el 15 de mayo,al que ha asistido T21/Prensa Ibérica, para mostrar al mundo cómo los gobiernos continúan ignorando las advertencias del IPCC, el panel intergubernamental de expertos sobre el cambio climático que fue creado en 1988 por Naciones Unidas y por la Organización Meteorológica Mundial.

Científicos criminalizados

Pareciera que no es ya suficiente con ignorar las advertencias de la ciencia, hay que perseguir ahora a sus voceros más acreditados, los científicos, criminalizarlos. Las personas que se dedican a la ciencia climática y a la ciencia de la Ecología alzan la voz: La ciencia es clara sobre la crisis existencial climática y medioambiental y se muestra extremadamente preocupada ante la inacción y el incumplimiento de los compromisos adoptados por los gobiernos, tanto que dice: “No hay ningún lugar seguro ya, no hay ningún sitio donde esconderse. Solo nos queda luchar y decir la verdad científica a la población, ayudados por los medios”.

Así, a medida que más científicos y académicos toman las calles en protesta, Scientist Rebellion insta a la comunidad académica a poner su prestigio en juego y ayudar a hacer sonar la alarma sobre la emergencia climática.

Actividad en Ciudad de Panamá el 12 de mayo en defensa del medio ambiente.

Actividad en Ciudad de Panamá el 12 de mayo en defensa del medio ambiente. / Scientist Rebellion.

¿Qué hacer?

Los científicos, que llevan 50 años advirtiendo del calentamiento global y en general del progresivo impacto global de nuestra actividad extractivista de los recursos naturales, que se hace sin poner ningún contrapeso a los excesos y externalidades manifiestas, se cansaron, desesperados, de que no se les escuche en los medios acreditados, especializados y congresos científicos, ni tampoco en las reuniones internacionales auspiciadas por la ONU y respaldadas, teóricamente, por la mayoría de los gobiernos de los países del mundo. Se plantearon ¿qué hacer?

"Como científicos, tendemos a tener aversión al riesgo. No queremos arriesgar nuestros trabajos, reputaciones y tiempo. Pero ya no es suficiente hacer nuestra investigación y esperar que otros lean nuestras publicaciones y entiendan la gravedad y la urgencia de la crisis climática. Hagamos que esta crisis sea imposible de ignorar”, dijo la Dra. Rose Abramoff de EE. UU, autora del IPCC y científica especializada sobre el cambio climático.

Dice que, a pesar de toda la conmoción que experimenta, toda una vida de investigación respalda su sentido de responsabilidad moral para presionar a los líderes mundiales a tomar medidas audaces para reducir las emisiones de carbono, y que por eso no solo lo va a hacer desde la academia, sino también desde donde haga falta.

Rebelión científica y resistencia civil

Abramoff expresó asimismo su particular consternación sobre que su país, Estados Unidos, es la principal nación responsable del calentamiento global y que su gobierno no piensa asumir ningún tipo de responsabilidades hacia los países más afectados, especialmente países pobres del Sur Global, “esto ha sido muy decepcionante para mí” ha repetido varias veces.

En medio del endurecimiento de las leyes contra las protestas en muchos países, Scientist Rebellion activó miembros locales en su red de científicos y académicos de 32 países, incluidos autores del IPCC: más de 30 acciones que se saldaron con 3 arrestos en Noruega, 5 en Francia, 2 en EE. UU., 7 en Dinamarca y 1 en Alemania, en España hay más de una decena de encausados por acciones anteriores.

La rebelión de los científicos provocó una ola interconectada de resistencia civil: bloqueo de carreteras y entradas, pegadas de carteles con advertencias científicas en paredes y puertas, ocupación de edificios estatales y corporativos e interrupción de reuniones de accionistas.

Manifestación científica la semana pasada en La Haya (Holanda).

Manifestación científica la semana pasada en La Haya (Holanda). / Scientist Rebellion.

La ciencia es clara

La campaña internacional #TheScienceIsClear realizada en mayo, llama a los científicos y al mundo académico a participar en la resistencia civil no violenta y a utilizar su confianza pública para hacer sonar la alarma sobre los gobiernos que ignoran activamente la ciencia.

Científicos y académicos de Scientist Rebellion han concluido una semana de acciones en Francia, Alemania, España, Portugal, Italia, Suiza, Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega, República Democrática del Congo, Malawi, Ruanda, Sierra Leona, Uganda, Ecuador, México y Panamá.

La campaña de Scientist Rebellion ha incidido particularmente en esto: Los últimos informes del organismo científico más prestigioso del mundo sobre el clima, el IPCC, han dejado claro que no debe haber nuevos proyectos de combustibles fósiles para tener posibilidades de mantenerse por debajo de los objetivos de calentamiento de entre 1,5 y 2 grados centígrados por encima de las temperaturas preindustriales.

Las reservas actuales de carbón, petróleo y gas que ya están siendo explotadas por las empresas de combustibles fósiles contienen suficiente carbono para empujar al mundo más allá de cualquier nivel "seguro" de calentamiento, denuncian los científicos.

Verdades duras

En el seminario web, el Dr. Matthias Schmelzer de la Universidad Friedrich Schiller de Jena ha afirmado que: “si bien el reciente Informe de síntesis del IPCC emitió una advertencia final sobre el objetivo climático de 1,5 °C, la acción climática de los gobiernos en todo el mundo sigue siendo engañosa, incoherente y lenta. Debemos enfrentar algunas verdades duras: estamos en una emergencia climática. Para lograr una rápida descarbonización, los países ricos deben seguir estrategias de reducción de la demanda, así como políticas para un decrecimiento sostenible y justo”.

En Francia, Tanzania y Uganda, Scientist Rebellion se centró en frenar la expansión de proyectos de combustibles fósiles de Total Energies, así como la construcción de una terminal de gas natural licuado en Le Havre y el Oleoducto de petróleo crudo de África Oriental (EACOP).

El año pasado, el parlamento de la UE denunció a EACOP en una resolución oficial por la enorme cantidad de emisiones de carbono que resultarán de su construcción, así como por amenazar las fuentes críticas de agua dulce en un continente afectado por el cambio climático, provocando condiciones de sequía e innumerables violaciones de los derechos humanos que están afectando a numerosas poblaciones locales.

Los científicos franceses también tomaron medidas, junto con una coalición de otros activistas climáticos, contra BNP Paribas, el banco más grande de Francia, por invertir en los proyectos de bombas de carbono de Total Energies. El banco hizo declaraciones públicas de que ya no invertiría en nuevos proyectos de combustibles fósiles.

Científicos franceses manifestándose el 10 de mayo  contra BNP Paribas, el banco más grande de Francia, por invertir en los proyectos de bombas de carbono de Total Energies.

Científicos franceses manifestándose el 10 de mayo contra BNP Paribas, el banco más grande de Francia, por invertir en los proyectos de bombas de carbono de Total Energies. / Liz XRLA

Científicos perseguidos

Guisella León Torres, arquitecta especializada en Ecología, urbanismo, género y justicia medioambiental, se unió a Scientist Rebellion con el ánimo de comprender y explicar la verdad sobre la relación entre el Norte y el sur Global y la emergencia climática.

Dijo que “en Perú la biodiversidad se encuentra muy afectada por el extractivismo de recursos. Perú ha estado expuesto a grupos que explotan de manera ilegítima recursos en espacios protegidos y el Gobierno de Perú no toma medidas al respecto, las tolera. Es aquí donde la academia y la ciencia pueden hacer algo, informar y difundir”.

Puso como ejemplo el mayor derrame de crudo de la historia de Perú del que Repsol evade su responsabilidad, y el deber de informar del impacto y contaminación de la vida marina y respaldar las demandas justas de la población local afectada, desde el saber técnico y científico.

En este seminario, Barbara Schramkowski, profesora de la Duale Hochschule Baden-Württemberg, especializada en desigualdades sociales vinculadas a la crisis climática, ha confesado que “estoy impactada por cómo la prensa ha ignorado al IPCC en Alemania. Los últimos informes del IPCC dejaron bien claro que nos estamos quedando sin tiempo para hacer cambios importantes”. 

Impacto social

La Dra. Schramkowski investiga el impacto social de la crisis climática, trabaja en la relación de las injusticias sociales y la crisis climática. La crisis climática tiene efectos devastadores para niños y jóvenes, especialmente en el Sur Global.

Le preocupa que los países más responsables de esta crisis no compensen a los países pobres más afectados. Me preocupa la sequía en España y cómo los políticos en general siguen incumpliendo sus compromisos climáticos, ignorando las recomendaciones del IPCC, como en Alemania. Políticos que presionan a científicos del IPCC para que no sean tan claros, que rebajen el nivel de las críticas, es una forma de silenciar a la ciencia, así como perseguir a los científicos activistas, denunció Schramkowski.

Riesgo de colapso

Janine O’Keeffe, científica de Suecia, afirmó que “desde la ciencia, observamos que somos una sociedad en gran riesgo de colapso… es aquí donde los medios pueden ayudar, reuniendo y exponiendo los desastres climáticos que suceden y que la ciencia documenta. Ya no es posible alcanzar el objetivo de seguridad del +1.5ºC. Los medios en mi país y el gobierno no hacen nada, se sabe desde 1950 y nada se ha hecho, esto me aterroriza. Cuando llevamos una bata de laboratorio, nuestra bata de científica al menos impone un cierto respeto: hay cien casos abiertos contra Scientist Rebellion y 20 condenados, se persigue a la ciencia por su activismo climático.”

El Dr. Matthias Schmelzer de la Universidad Friedrich Schiller en Jena afirmó que “si seguimos por este camino, en el que ya hemos superado entre 6 y 8 puntos de no retorno climáticos en el planeta, las consecuencias van a ser mucho mayores de lo que ya estamos viendo actualmente. La raíz de esta crisis existencial está en este sistema socioeconómico basado en el crecimiento y en la apropiación de los recursos del Sur Global. Necesitamos otro modelo económico, el IPCC lo ha subrayado, no se puede seguir con este sistema, aunque sea basado en el crecimiento verde.

Moinina Koroma, científica medioambiental de Sierra Leona, puso el énfasis en que “en África nos enfrentamos a esta crisis climática con efectos transformadores graves, y necesitamos que nos escuchen, nuestros países no han contaminado con gases de efecto invernadero apenas, pero sufren de los peores efectos. Apuntó que esta verdad científica es necesario también difundirla en sus países, porque las personas no conocen la gravedad ni de que esta situación parte de la actividad humana.

Manifestación científica el 13 de mayo en  Dar es Salaam, Tanzania.

Manifestación científica el 13 de mayo en Dar es Salaam, Tanzania. / Scientist Rebellion.

Incremento exponencial

La investigadora Gérardine Deade Tanakula, congoleña, de la Universidad de Kinshasa, se unió a Scientist Rebellion porque estaba cansada de ver durante años las consecuencias de la crisis climática, fenómenos extremos en el régimen de lluvias, por ejemplo, y para obligar a las autoridades para que hagan algo para que las cosas cambien, según comenta las autoridades no informan de esta amenaza existencial, es necesario que la población la conozca.

La Dra. Julia Steinberger, contribuidora de los informes del IPCC y científica climática en Suiza, dice que las acciones de las científicas activistas en su país se concentran en denunciar e impedir las inversiones de la banca en la explotación de nuevos yacimientos de combustibles fósiles.

Fernando Valladares, científico doctor en Ecología del CSIC, miembro de Scientist Rebellion que ha participado en acciones directas, nos traslada que “estamos posponiendo la reducción efectiva de emisiones a pesar de que el cambio climático ya entró en una fase de incremento exponencial. Pero la crisis de biodiversidad es aún más grave, interacciona con el cambio climático, y la estamos ignorando”.

Antes de que lo perdamos todo

La Dra. Renate Sponer intervino al final del seminario dando testimonio: “estoy muy asustada, todos los científicos que me han precedido han dicho la verdad, la situación es dramática: en mi país, Panamá se está viviendo actualmente, una ola de calor. Muy preocupada porque el gobierno actual quiere convertir Panamá en una nación minera, está adquiriendo préstamos para adaptación climática, compran derechos de carbono para poder explotar la minería a gran escala. Todo esto va a favorecer la crisis de riesgo existencial del calentamiento global. Nuestro gobierno no hace caso y nuestro país se presenta a un futuro inhabitable”. La ciencia es clarísima, no debemos dejar de luchar.

Como última llamada el Dr. Peter Kalmus, científico climático de la NASA ha lanzado un grito de emergencia: "necesitamos mil millones de activistas climáticos. Animo a todos a considerar hacia dónde nos dirigimos como especie y a participar en la desobediencia civil y otras acciones. El momento es ahora. Hemos esperado demasiado. Movilícense, movilícense y movilícense. Movilízate antes de que lo perdamos todo", sentenció.