Ciencias de la Atmósfera

Las nubes transportan bacterias resistentes a los medicamentos

Contienen un promedio de 8.000 bacterias por mililitro de agua de nube, incluyendo 29 subtipos de genes resistentes a los antibióticos

Las bacterias resistentes a los antibióticos son transportadas desde la vegetación hacia la atmósfera por acción del viento: logran atravesar enormes distancias, ocultas en las nubes.

Las bacterias resistentes a los antibióticos son transportadas desde la vegetación hacia la atmósfera por acción del viento: logran atravesar enormes distancias, ocultas en las nubes. / Crédito: Elisa en Pixabay.

Pablo Javier Piacente

Un nuevo estudio ha descubierto que las nubes transportan bacterias resistentes a los medicamentos a largas distancias: estas bacterias suelen vivir en hojas de plantas o árboles y en el suelo. Son transportadas por el viento a la atmósfera y pueden viajar largas distancias alrededor del planeta, "ocultas" en las nubes. La investigación no ofreció conclusiones sobre los efectos potenciales para la salud de la propagación en la atmósfera de bacterias resistentes a los antibióticos, aunque se estimó que solo entre el 5 y el 50 por ciento de los organismos podrían estar vivos y potencialmente activos.

Investigadores de la Universidad Laval de Quebec, en Canadá, y la Universidad de Clermont Auvergne, en Francia, identificaron un porcentaje significativo de genes resistentes a los antibióticos en bacterias encontradas en muestras de nubes. Las muestras se tomaron en una estación de investigación atmosférica ubicada a 1.465 metros sobre el nivel del mar, en la cumbre de un volcán inactivo en el centro de Francia, entre septiembre de 2019 y octubre de 2021.

Según indican los científicos en el nuevo estudio, publicado recientemente en la revista Science of The Total Environment, la resistencia a los antibióticos en las bacterias se está convirtiendo en una importante preocupación sanitaria en todo el mundo. El uso extensivo de grandes cantidades de este tipo de medicamentos ha llevado a la rápida adquisición y mantenimiento de genes resistentes a los antibióticos (ARG) en bacterias, y a su intensa propagación al medio ambiente. 

Bacterias en las alturas

En muchos casos, las bacterias que incluyen estos genes resistentes a los antibióticos pueden diseminarse a largas distancias por transporte atmosférico: el viento las lleva desde plantas y árboles hasta las nubes. En ellas encuentran un sitio adecuado para asentarse, aunque los investigadores estiman que solo entre un 5 % y un 50 % de los organismos podrían mantenerse activos y con vida en ese contexto.

El análisis de la niebla recuperada reveló que contenía entre 330 y más de 30.000 bacterias por mililitro de agua de nube, con un promedio de alrededor de 8.000 bacterias por mililitro. También identificaron en esa muestra 29 subtipos de genes resistentes a los antibióticos en las bacterias. Vale recordar que la resistencia a los medicamentos ocurre cuando las bacterias se exponen a los antibióticos y desarrollan inmunidad a ellos durante generaciones.

De acuerdo a un artículo publicado en Science Alert, basado en un comunicado de la Agencia France Presse (AFP), la atmósfera es muy estresante para las bacterias, y la mayoría de las identificadas eran bacterias ambientales, que tienen menos probabilidades de ser dañinas para los seres humanos. Sin embargo, no está claro aún si los genes resistentes se pueden transmitir a otras bacterias.

Una herramienta para limitar la dispersión

Como la resistencia a los medicamentos hace que sea muy complejo y a veces imposible tratar ciertas infecciones bacterianas, a medida que el uso de antibióticos sigue aumentando, tanto en la atención de la salud como en la agricultura, el monitoreo atmosférico podría ayudar a identificar las fuentes de bacterias resistentes, en forma similar a las pruebas de aguas residuales para COVID-19 y otros patógenos, limitando así su dispersión.

El estudio liderado por Florent Rossi constituye la primera evidencia de la presencia de ARG microbianos en las nubes, en concentraciones comparables a otros entornos naturales. Esto destaca a la atmósfera como vía para la difusión de los ARG a gran escala, aunque el origen de las masas de aire influye directamente en el tipo y la cantidad de genes resistentes a los antibióticos que se detectan.

Para los especialistas, el uso veterinario podría ser el principal contribuyente de genes resistentes a los medicamentos en la atmósfera libre. En ese contexto, los ARG pueden proporcionar una ventaja selectiva a los microorganismos, favoreciendo su supervivencia en la atmósfera con respecto a otras bacterias sin esta carga genética.

Referencia

Quantification of antibiotic resistance genes (ARGs) in clouds at a mountain site (puy de Dôme, central France). Florent Rossi et al. Science of The Total Environment (2023). DOI:https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2022.161264