Antropología evolutiva

Puntas de flecha de 15.700 años de antigüedad descubiertas en América

Su diseño corresponde al de las puntas de proyectiles más antiguas del Japón actual

Los picos de flecha más antiguos de América.

Los picos de flecha más antiguos de América. / Loren Davis at al.

Redacción T21

Las puntas de flecha más antiguas de América fueron desenterradas en Idaho (USA) y se estima que tienen alrededor de 15.700 años. Probablemente estaban montadas en dardos que se disparaban con hondas. 

Un equipo de investigadores, dirigido por Loren Davis, de la Universidad Estatal de Oregón, que publica sus resultados en la revista Science Advances, desenterró unas puntas de proyectiles durante una excavación que tuvo lugar durante varios veranos transcurridos entre 2012 y 2017.

Las catorce puntas de los proyectiles, debido a su tamaño, probablemente estaban unidas a dardos, en lugar de a flechas o jabalinas, que eran lanzados con un bastón en forma de gancho, según los investigadores.

A pesar de su pequeño tamaño, se trataba de armas mortales, ya que eran potencialmente capaces de matar a cualquier animal conocido.

Los picos más antiguos de América

La localidad: "Cooper's Ferry", donde se produjo el hallazgo, está en una terraza sobre el río Salmon en el oeste de Idaho, un Estado en el noroeste de los Estados Unidos de América.

El equipo de Davis había desenterrado previamente, en ese mismo sitio, puntas de proyectiles más jóvenes, herramientas de piedra y pedazos de huesos de animales, que indicaban la presencia humana hace unos 16.000 años.

Pero el nuevo descubrimiento revela nuevos conocimientos sobre la forma en la que los primeros americanos expresaron pensamientos complejos a través de la tecnología disponible en ese momento, según los investigadores.

Las puntas descubiertas ahora tienen entre dos y siete centímetros de largo y entre uno y dos centímetros de ancho. Probablemente estaban hechas de escamas alargadas y mecanizadas en la parte superior e inferior.

Algunos usuarios habrían afilado los bordes después de un uso repetido, apreciaron los investigadores. Doce de los picos estaban hechos de roca de silicato y dos de roca volcánica de grano fino.

Diseño asiático

La edad de los picos se ha estimado utilizando el método de radiocarbono, que mide la fracción de carbono radiactivo (C-14) que se desintegra con una vida media de 5.730 años. El resultado confirma que tienen unos 15.700 años de antigüedad.

Las puntas de flecha muestran grandes similitudes con objetos parecidos, de entre 16.000 y 20.000 años de antigüedad, que se encontraron en el noreste de Asia, especialmente en el Japón actual (Hokkaido).

Los investigadores escriben en su artículo que los progenitores de los primeros habitantes de América comparten ascendencia con los pueblos del paleolítico superior, tanto del sur de Siberia como del este de Asia.

Red de conocimientos

Consideran que, probablemente, se aislaron geográficamente en algún momento antes de expandirse a las Américas.

Añaden que la paleogenética aún no puede determinar exactamente en qué parte del noreste de Asia residían estos antepasados, por lo que confían en una evaluación detallada de la evidencia tecnológica (herramientas de piedra) para identificar las regiones potenciales de las que pueden haberse originado los primeros americanos.

"No conocemos los orígenes genéticos de las personas que vivieron en Cooper's Ferry. Sin embargo, la forma y el modo de fabricación de las puntas de proyectil con asta encontradas en el sitio de Cooper's Ferry y en Japón, respaldan la hipótesis de que esos primeros los pueblos compartían conceptos culturales sobre cómo hacer herramientas de piedra”, destacan los investigadores en un comunicado.

Así que había una “red común de conocimientos tradicionales” que se extendía desde el noreste de Asia hasta las Américas durante la última Edad de Hielo”, concluyen los investigadores.

Referencia

Dating of a large tool assemblage at the Cooper’s Ferry site (Idaho, USA) to ~15,785 cal yr B.P. extends the age of stemmed points in the Americas. Loren G. Davis et al. Science Advances, 23 Dec 2022, Vol 8, Issue 51. DOI: 10.1126/sciadv.ade1248