Una reciente misión submarina alrededor de un monte de aguas profundas, en el archipiélago de las Maldivas, ha revelado un nuevo tipo de ecosistema próspero en esas condiciones extremas, que nunca antes se había descubierto. En esa zona, tiburones y otros peces grandes se alimentan de enjambres de pequeños organismos conocidos como micro-necton.

La Misión Nekton Maldives, en la que participan investigadores de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, ha identificado un ecosistema no reconocido anteriormente, llamado “The Trapping Zone” ("La zona de captura"). Allí se estaría creando un oasis de vida a 500 metros de profundidad, en el corazón del Océano Índico. 

Las cámaras científicas Nekton a bordo del sumergible Omega Seamaster II, combinadas con muestras biológicas recolectadas y un extenso mapeo de sonar, indican que en esta zona de las Maldivas los depredadores se nutren a partir del micro-necton. Se trata de diminutos organismos marinos que pueden nadar independientemente de la corriente. 

Atrapados a 500 metros de profundidad

Habitualmente, migran desde las profundidades del océano a la superficie en las horas de la noche, y vuelven a sumergirse hacia lo profundo al llegar el amanecer, en un fenómeno que se conoce como migración vertical. Sin embargo, en esta región el micro-necton ha quedado atrapado contra el paisaje submarino, a una profundidad de 500 metros.

Las Maldivas son una nación asiática tropical en el Océano Índico, que abarca 26 atolones con forma de anillos que se componen de más de 1.000 islas de coral. Los estratos submarinos volcánicos y los arrecifes de carbonato fosilizado que forman la base de los atolones de las Maldivas presentan acantilados verticales empinados y terrazas escarpadas

Al parecer, esta compleja geografía es la razón por la cual los pequeños organismos marinos no pueden sumergirse a mayor profundidad cuando sale el Sol. Según una nota de prensa, el micro-necton atrapado se convierte rápidamente en el bocado ideal de los grandes depredadores de ese tipo de ambientes, como enormes bancos de atunes, tiburones y grandes peces de aguas profundas, como el oreo puntiagudo y el alfonsino. 

Video: después de 34 días de estudio y muestreo hasta 1.000 metros de profundidad, los especialistas descubren “The Trapping Zone”, un oasis de vida oculto en las entrañas del océano. Crédito: Nekton/YouTube.

Un nuevo ecosistema marino

De acuerdo al profesor Alex Rogers, si los ecosistemas marinos se definen tanto por la topografía como por la vida oceánica, el área identificada en las Maldivas tiene todas las características de un nuevo ecosistema, diferente a todos los descubiertos hasta hoy. La “cárcel” geográfica que atrapa al micro-necton a 500 metros de profundidad ha permitido el desarrollo de un verdadero oasis de vida: los investigadores registraron, por ejemplo, siete especies diferentes de tiburones en la zona, entre ellas el extraño tiburón zarza.

La Misión Nekton Maldives está coordinada y administrada por Nekton, un instituto de investigación inglés sin fines de lucro. Junto al Gobierno de Maldivas, la Universidad de Oxford y una alianza internacional conformada por diferentes organizaciones, Nekton busca realizar el primer estudio sistemático de la vida marina en las Maldivas, desde la superficie hasta los 1.000 metros de profundidad

Hasta el comienzo de la misión, no se sabía prácticamente nada sobre los ecosistemas existentes por debajo de los 30 metros de profundidad en esta región. La nueva información será crucial para sentar las bases de nuevas políticas de conservación y desarrollo sostenible. Además, el descubrimiento podría tener implicaciones importantes para otras islas oceánicas y las laderas de los continentes. 

Conocer más sobre las profundidades oceánicas

En términos científicos, los patrones observados en “The Trapping Zone” serán objeto de nuevos estudios: los investigadores quieren saber si este tipo de ecosistemas se reproducen a mayores profundidades o en otras regiones, con el propósito de ampliar los conocimientos sobre la vida en las profundidades del océano

Aunque en otras ocasiones se han observado puntos críticos de biodiversidad en montañas o montes submarinos, hasta el momento no se habían relacionado con los diferentes parámetros geomorfológicos y biológicos de las islas oceánicas, como en el caso de las Maldivas. De esta manera, los hallazgos abren un nuevo enfoque de investigación, que podrá ampliarse en el futuro. 

Vale aclarar que la misión también identificó evidencias de diferentes líneas de playa a partir del aumento del nivel del mar en los últimos 20.000 años, desde el final del último máximo glacial, además de mapear, inspeccionar y determinar sistemáticamente la ubicación, el estado actual y la resiliencia de los arrecifes de coral en seis áreas principales de las Maldivas.