La ideología política, ya sea liberal o conservadora, está señalada en el cerebro y puede descubrirse analizando imágenes neuronales con Inteligencia Artificial. Lo que no se sabe es si esa marca cerebral crea la ideología, o si es la tendencia política de una persona la que moldea su cerebro.

Los escáneres cerebrales y la Inteligencia Artificial pueden predecir la ideología política de una persona, según revela un nuevo estudio.

Un equipo de la Universidad Estatal de Ohio descubrió que ciertas "firmas" en el cerebro se alinean con precisión con la forma en que alguien se inclina políticamente, ya sea como conservador o liberal.

El resultado, que alcanza una precisión increíble, indica que la resonancia magnética funcional (fmRI), que muestra la activación de ciertas regiones del cerebro ante ciertos estímulos, puede identificar ideologías políticas, siempre que las imágenes cerebrales se analicen con Inteligencia Artificial.

Según los autores de esta investigación, eso significa que el pensamiento político de una persona se puede determinar observando el funcionamiento de su cerebro.

Tendencias cerebrales

Para llegar esta conclusión, los investigadores analizaron los resultados de fmRI de 174 adultos sanos con la finalidad de averiguar si se pueden predecir con precisión las tendencias políticas de las personas.

Utilizaron programas de inteligencia artificial de última generación, así como otros recursos del Centro de Supercomputación de Ohio, para analizar los escáneres cerebrales mientras los voluntarios realizaban varias tareas, ninguna de ellas relacionada con una ideología, y también mientras no estaban haciendo nada de particular.

A continuación, compararon los resultados de los análisis de las imágenes cerebrales con lo que cada uno de los voluntarios indicó acerca de sus preferencias políticas, en una escala de seis puntos que va desde muy liberal hasta muy conservador.

Los investigadores descubrieron que las imágenes cerebrales correspondientes con cada una de las tareas estaban relacionadas con su identificación política, ya fuera liberal o conservadora.

Incluso cuando los participantes no realizaban ninguna actividad en particular, las imágenes revelaron actividades cerebrales específicamente relacionadas con ideologías políticas, destacan los investigadores.

Tres claves

Observaron también que, tres de las ocho tareas encomendadas durante el experimento, estaban mucho más identificadas con las ideologías políticas de los participantes.

Una de esas tareas destacadas era de naturaleza empática: invitaba a los voluntarios a mirar imágenes de rostros de personas con expresiones diferentes, ya reflejaran alegría, tristeza, miedo o indiferencia.

La segunda tarea que aparecía mucho más relacionada con la ideología estaba dedicada a la memoria episódica (relacionada con momentos históricos personales), mientras que la tercera más afectada tenía que ver con el mecanismo de recompensa del cerebro: los participantes podían ganar o perder dinero dependiendo de la rapidez con la que apretaban un botón.

Los análisis de imágenes relacionadas con tareas de recompensa indicaron extremismo político, ya fuera liberal o muy conservador, mientras que la tarea de empatía hacia los rostros observados estuvo más relacionada con una ideología moderada, independientemente del signo político.

Las predicciones de las preferencias políticas fueron aún más precisas cuando se tuvieron en cuenta indicadores demográficos y socioeconómicos de cada uno de los participantes, como la edad, el sexo, el nivel de ingresos, la educación e incluso la influencia de la familia en la conformación de la ideología.

Tres regiones cerebrales clave

Aunque el estudio ha encontrado un vínculo entre el cerebro y la política, los investigadores advierten que no se pueden determinar con certeza qué factores causan esa relación.

No obstante, enfatiza que la actividad cerebral en la amígdala (que regula las emociones), la circunvolución frontal inferior (que nos permite controlar nuestras reacciones) y el hipocampo (relacionado con la memoria), muestran la mayor conexión para determinar con qué grupo político se identifica una persona.

Skyler Cranmer, uno de los autores del estudio, señala al respecto en un comunicado: “lo que no sabemos es si esa firma cerebral está ahí debido a la ideología que la gente elige, o si la ideología de la gente es causada por las firmas que encontramos… También podría ser una combinación de ambos, pero nuestro estudio no tiene los datos para abordar esta pregunta".

Mayor complejidad

La ideología, aunque no es la única acepción, puede definirse como el conjunto de emociones, ideas y creencias colectivas que pueden aplicarse a la política, entre otras posibles categorías. Sin embargo, los mecanismos biológicos que determinan las ideologías son todavía muy poco conocidos.

Una investigación de año 2017 descubrió que la amígdala cerebral, una zona del cerebro arcaico, es más voluminosa en los políticos conservadores, mientras que el córtex cingulado anterior, la parte evolucionada del cerebro, está más desarrollado en los progresistas.

Esa diferencia biológica, que es ajena la libre voluntad de las personas, es lo que provoca que los conservadores reaccionen más a los estímulos negativos, y que los progresistas sean más sensibles a los positivos, según los autores de esta investigación. Esa diferencia cerebral permite asimismo detectar la orientación política de una persona analizando sus datos cerebrales.

La nueva investigación ha ido un poco más lejos en esa capacidad de predicción: es una de las primeras que vincula las ideologías políticas con múltiples regiones del cerebro a la vez, lo que sugiere que las raíces biológicas y neurológicas del comportamiento político son mucho más profundas y complejas de lo que se ha pensado hasta ahora.

Referencia

Functional Connectivity Signatures of Political Ideology. Seo-Eun Yang et al. PNAS Nexus, pgac066. DOI:https://doi.org/10.1093/pnasnexus/pgac066